Lugo homenajeó a las 22.000 españolas que sufren cáncer de mama cada año

La capital lucense lució ayer rosa. En el día mundial contra el cáncer de mama, la ciudad hizo su particular homenaje a las 22.000 mujeres que cada año son diagnosticadas de esta enfermedad en España con una serie de actos que arrancaron a mediodía en la muralla y terminaron a última hora de la tarde de nuevo en el monumento por tratarse del bien más reconocido de la ciudad.

La parte más vistosa fue el despliegue de una gran lazada rosa a la altura de A Mosqueira, un acto en el que participaron autoridades y ciudadanos anónimos y que culminó el trabajo realizado el día antes, jornada en que varias asociaciones y vecinos a título individual rodearon el monumento con un gran lazo del mismo color.

La iniciativa partió de El Progreso para sensibilizar sobre el cáncer y para promocionar la muralla en su décimo año como Patrimonio de la Humanidad, y contó con la colaboración de varios colectivos. «La proyección de Lugo es compatible con la sensibilización para apoyar la investigación sobre el cáncer y con el reconocimiento y agradecimiento al trabajo del personal sanitario que cada día atiende a quien se le ha diagnosticado un cáncer de mama o de cualquier otro tipo», afirmó la presidenta de El Progreso, Blanca García Montenegro, al pie de A Mosqueira.

El acto reunió a las principales autoridades de la ciudad; a los representantes de las entidades y empresas colaboradoras, con la Asociación contra el Cáncer de Lugo a la cabeza, y a decenas de ciudadanos anónimos porque, tal como indicó la presidenta de El Progreso, «nadie puede considerarse libre ni lejos de un diagnóstico de cáncer de mama».

García Montenegro explicó que el lazo buscaba llamar la atención de la sociedad y sensibilizarla sobre la realidad del cáncer de mama -«que algunas conocemos de forma directa», afirmó-, para que, cuando una persona sea diagnosticada, sepa hacerle frente «con decidida voluntad de éxito. Erguidos como esta muralla», afirmó.

La presidenta de El Progreso tuvo palabras de agradecimiento para todos los colectivos que, de una forma u otra, participaron en esta iniciativa visual y de comunicación y para la Dirección Xeral de Patrimonio, que permitió actuar sobre el monumento. Reconoció especialmente el trabajo de los miembros de la asociación de discapacitados Aspnais, ya que estuvieron todo el tiempo al pie del cañón y de ellos partió la idea de enrollar el plástico para que no lo llevase el aire, y de los hombres que ayudaron a desplegar el que probablemente se convirtió «en el lazo más grande del mundo».

El mismo sentimiento de gratitud manifestó la presidenta de la Asociación contra el Cáncer de Lugo, Concepción de Martín, que recordó que «cada 35 minutos una mujer es diagnosticada de cáncer de mama en España» y que «ocho de cada diez se curan». El colectivo ofreció información durante todo el día y cerró la jornada con la lectura de un manifiesto en el tramo peatonal de la Ronda da Muralla.

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