Xunta y Consejo General del Poder Judicial firmaron ayer un convenio para la puesta en marcha de un servicio intrajudicial de mediación que pueda actuar en casos de separaciones y divorcios problemáticos. Un equipo multidisciplinar dará consejos legales y apoyo psicológico a las partes para que puedan alcanzar un acuerdo que alivie en la medida de los posible el trauma que supone un proceso de este tipo, en especial cuando hay niños de por medio.
A esta mediación se podrá recurrir una vez que la disputa entra en el ámbito judicial. Será el juez correspondiente quien analice el caso y determine si es susceptible de solucionarse por la vía de la mediación y ambas partes deben someterse a ella voluntariamente. Si finalmente las dos partes de la pareja llegan a un acuerdo con esa mediación, el juzgado aceptará el compromiso como válido y dictará sentencia en ese sentido. Esto, además de evitar que el conflicto familiar se enquiste, permitirá un considerable ahorro en trámites judiciales y celebraciones de vistas. Y si no hay acuerdo, el proceso judicial seguirá su curso normalmente.
Un éxito en otras ciudades
Según se explicó ayer en la rueda de prensa para presentar el convenio, Lugo es la cuarta ciudad de Galicia que contará con este servicio de mediación intrajudicial, después de Santiago, Ourense y Vigo.
