Lugo completa la renovación del ciclo del agua con una depuradora pionera en Galicia

La ministra, a su llegada a la planta, con el conselleiro, el alcalde, el delegado del Gobierno en Galicia y el presidente de la Diputación (Foto: Sebas Senande)
photo_camera La ministra, a su llegada a la planta, con el conselleiro, el alcalde, el delegado del Gobierno en Galicia y el presidente de la Diputación (Foto: Sebas Senande)

La capital lucense estrenó ayer oficialmente la nueva depuradora de aguas residuales de la ciudad, una planta pionera en Galicia porque es la primera que incorpora un sistema biológico de eliminación de microorganismos. Con esta infraestructura, Lugo cierra la renovación de las instalaciones que conforman el ciclo del agua, un proyecto que incluyó la construcción de una nueva potabilizadora y la sustitución de todos los colectores generales de la ciudad y en el que el Ministerio de Medio Ambiente lleva invertidos 100 millones de euros, recordó ayer su titular, Rosa Aguilar.

La nueva depuradora costó 44,5 millones, de los que el ministerio aportó el 85% (procedentes de la UE) y la Xunta, el 15%, merced al protocolo firmado entre ambas administraciones a finales de los noventa, cuando la mejora del saneamiento de Lugo fue declarada obra de interés general. La inauguración contó, por esta razón, con el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández.

La planta está preparada para recibir 4.300 litros de aguas residuales por segundo, frente a los 600 que admitía la vieja, aunque de momento la media es de 885. El incremento de la capacidad de tratamiento es una de las principales diferencias con la anterior depuradora, junto a la eliminación biológica de microorganismos. Este sistema está motivado por la condición de especial protección que tiene el río en la zona de Lugo. La existencia de embalses a cierta distancia aguas abajo obliga a eliminar el fósforo y el nitrógeno para evitar la formación de algas y en el caso de Lugo se optó por un sistema biológico del que dispone muy pocas plantas en España, explicó el jefe de obra, José Piñeiro.

El ingeniero recordó que la anterior planta no sólo era incapaz de tratar todo el agua residual -el mal estado de los viejos colectores hacía que se perdiesen unos 60.000 litros cada día- sino que carecía de automatismos y tenía problemas estructurales. La nueva depuradora no sólo cubre esas carencias sino que dispone de otras mejoras, como un dispositivo de eliminación de olores y un sistema de secado de fangos, además de control automatizado.

La ministra y el conselleiro coincidieron a la hora de señalar a Lugo como ejemplo de planificación en materia de aguas. «Desde el punto de vista medioambiental, Lugo da hoy un paso decisivo», afirmó Aguilar, mientras que Hernández destacó que, con esta obra, «devolvemos ao Miño unha pequena parte do que el nos leva entregado».

OROZCO, AL CONSELLEIRO
"Sería bo darlle saneamento a todos os veciños"

El alcalde de Lugo, José López Orozco, se mostró «feliz» por completar uno de esos proyectos que «non se ven pero que son imprescindibles para unha cidade», afirmó en alusión no sólo a la depuradora sino a toda la red de colectores renovada.

Sin embargo, el regidor recordó al conselleiro que el municipio de Lugo tiene 332 kilómetros, 54 parroquias y 318 núcleos en los que viven 10.000 personas, por lo que «sería bo firmar un convenio para darlle saneamento a todos os veciños. O Concello está disposto. Ao mellor non se poden facer catro obras, pero ao mellor si se pode facer unha», afirmó, a la vez que reconoció que, en los últimos años, «algo xa se fixo».

Orozco concluyó su intervención apostando «pola mellor xestión da auga, pero sen perder a titularidade municipal. Cando pasen as eleccións haberá que dar pasos para a explotación do servizo de augas», afirmó, en alusión a su proyecto de constituir una empresa mixta, con capital público y privado aunque mayoría del primero.

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INAUGURACIÓN

Lleno para una puesta de largo con presencia de Elena Espinosa 

La puesta en marcha de la depuradora comenzó hace unas semanas, pero ayer fue la inauguración oficial con los máximos responsables de las administraciones que financiaron la obra y con una larga lista de autoridades y cargos públicos y privados, como representantes de las empresas constructoras, Acciona y Coprosa.

Sin embargo, una de las presencias que más llamó la atención fue la de la anterior ministra de Medio Ambiente Elena Espinosa, cuya implicación en la obra fue reconocida hasta por sus contrincantes políticos, como el conselleiro Agustín Fernández.

El acto contó también con el delegado del Gobierno, Anton Louro; el presidente de la Confederación Hidrográfica Miño Sil, Francisco Fernández Liñares; el presidente de la Diputación, José Ramón Gómez Besteiro; el presidente del Cetal, Eduardo Vidal; buena parte de la corporación local, diputados, senadores y el ex regidor García Díez, a quien Orozco aludió al referirse «a outros alcaldes que antes e agora tamén fixeron pola protección e posta en valor do río».

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