Lugo 10

ESTOY encantado con la programación que nos espera para conmemorar el décimo aniversario de la proclamación de la muralla como Patrimonio de la Humanidad. Tendremos actos y actuaciones para todos los gustos.

Todo ello servirá, que duda cabe, para incitarnos a tener un mayor apego hacia nuestro primer monumento, para que aprendamos a valorarlo aún más si cabe y hasta, incluso, para que sepamos alguna cosa más. Es lo que podríamos llamar una promoción interna.

Es cierto que también los actos del programa recogerán alguna promoción externa: la botella conmemorativa de Coca-Cola; un concurso de cortos y maquetas a nivel estatal; un vídeo promocional, y un stand en forma de barco pesquero que recorrerá España ensalzando la muralla y nuestra provincia. Y ahí se acabó prácticamente todo.

Posiblemente la muralla no necesite una mayor promoción entre los lucenses, aunque se agradezcan todos esos actos. Donde debe darse a conocer es entre los turoperadores, a los que ni siquiera se les ha invitado una sola vez para que conozcan de cerca nuestro primer monumento y el resto de los existentes en la provincia. Ellos son, sin duda, los que traen el turismo, los que procuran que la ciudad sea parada y fonda o simplemente una parada de horas. O ni eso.

Otro tanto podría decirse de  la asistencia a ferias internacionales de turismo o de la programación de actos importantes fuera de nuestra comunidad y de España que sirvan para que en el extranjero sepan que, además de Ávila, Lugo también tiene muralla, y diez siglos más antigua.

Nada de esto se ha planteado en este décimo aniversario y, mientras tanto, lucenses y visitantes seguirán viendo porquería y suciedad desde el adarve. Placas de uralita y casas en ruina aparente conformarán el paisaje habitual, la Fonte de A Pinguela  seguirá siendo una obra inconclusa mientras que se continuará construyendo en alturas que no tengan en cuenta la muralla, para dejarla, como ya está sucediendo, encastrada en medio de bloques de cemento con ventanas.

No hay duda, Lugo10 merece un diez para los lucenses que disfrutaremos de su programación. Pero la Muralla seguirá sin una promoción efectiva y real a todos los niveles.

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