Lucenses del Año 2007 premió la labor política y social en la provincia

Blanca García Montenegro recoge la distinción entregada a El Progreso (Foto: Pepe Álvez)
photo_camera Blanca García Montenegro recoge la distinción entregada a El Progreso (Foto: Pepe Álvez)

La entrega de los premios ‘Lucenses del Año 2007’ reconoció el sábado 30 de noviembre el trabajo político y social de tres asociaciones y siete ciudadanos que lucharon para la mejora de la provincia. La gala, organizada por la Asociación de Radio y Televisión, contó con el patrocinio del El Progreso, que recibió un reconocimiento con motivo de su centenario. También colaboraron con los galardones El Gran Hotel, la Diputación y el Ayuntamiento. En torno a 300 personas, representantes de la vida económica, social, política y cultural asistieron a un acto volcado en reconocer los méritos de personas y entidades que trabajan por Lugo.

Entre los galardonados estuvo la Asociación de Amigos del Camino de Santiago. Recogió el premio su presidente, Ángel Trabada, de manos del alcalde, José López Orozco, a quien el premiado solicitó la recuperación del Camino Primitivo antes del próximo Xacobeo.

Baldomero Pestana fue el siguiente en recoger el galardón, entregado por el vicepresidente de la Diputación, Antón Bao. El pintor lucense, reconocido sobre todo por su trabajo sobre el Mayo del 68 parisino, se manifestó «contento de regresar después de tanto tiempo», sobre todo, con esta «distinción inesperada».

El presidente de la Asociación de Amigos do Capón de Vilalba, Domingo Goás, recogió el premio a este colectivo de manos del subdelegado del Gobierno, Jesús Otero, y aprovechó el acto para criticar «la publicidad engañosa» que existe sobre el capón de Villalba y pidió más respeto por esta denominación de origen.

Quien también recogió su premio de manos de Antón Bao fue el ex presidente de la Diputación Francisco Cacharro Pardo, que dedicó el reconicmiento a su familia, por su «comprensión» en todos los años de vida pública. Por eso, dijo estar «satisfecho» con su actual retirada. Además, hizo balance de su labor política, recalcando que, «si bien hubo aciertos, los errores fueron demasiados, pues los fallos de un político son peligrosísimos, ya que afectan a muchas personas», dijo.

Otro premiado fue José Raúl Vázquez, sacerdote implicado en el desarrollo rural. Recogió su estatuilla de manos del obispo, Alfonso Carrasco. El galardonado, más conocido como ‘Pepe el joven’, recitó un poema de Luz Pozo para dedicar el premio a quienes realizan un trabajo pastoral y social.

Luciano Sánchez, figura clave de la veterinaria, recibió el premio de manos de Jesús Otero y en su discurso repasó su trayectoria profesional en Lugo, «donde seguiré siendo feliz hasta el final», dijo.

Otra política y activista social galardonada fue Marina Cillero, primera mujer que fue edil en Lugo. Con el premio en sus manos, entregado por Orozco, recordó su infancia durante la Guerra Civil leyendo versos propios.

La tercera asociación con galardón fue Prodeme, dedicada al apoyo de los discapacitados psíquicos en Monforte. Su principal responsable, Julio Cortiñas, recogió el premio de manos de Alfonso Carrasco y se comprometió a seguir colaborando con «unas personas capaces de crear riqueza en su comunidad si reciben el apoyo necesario».

El mal tiempo impidió que algunos galardonados asistiesen al encuentro. Xosé Manuel Seivane, fabricante de gaita que luchó por la música tradicional, no pudo participar en el evento por su delicado estado de salud. En su lugar, recogió el galardón uno de sus hijos.

Por su parte, el empresario Jaime Veiga tampoco recibió en persona el premio ‘Amar a Lugo’ debido a la intensa nevada que bloqueó las vías de comunicación en la aldea de Lampazas. Acudió en su nombre el ex alcalde de Samos, Carlos Belón.

Motivos laborales impidieron que el diplomático Pablo Bravo Lozano recogiese su estatuilla.

Durante la gala también se hizo entrega de los premios ‘Empresa del Año’ y ‘Comunicación.

El primero fue para Porto Celeiro, entidad que preside José Novo. En representación de la Confederación de Empresarios de Lugo, Jorge Dorribo, entregó el galardón con el que Novo afirmó sentirse «muy orgulloso, sobre todo ahora con una situación económica complicada».

Lino Ventosinos, médico con una exitosa trayectoria periodística, recogió el premio al mejor comunicador, que le entregó Julio Beberide.

Autoridades
La gala, presentada por Francisco Rivera, miembro de la asociación organizadora, cerró con discursos de las  autoridades. El primero en intervenir fue Jesús Otero que felicitó a los actuales premiados y futuros por el reconocimiento obtenido.

A continuación, Antón Bao, recurrió a citas filosóficas para afirmar que, como vicepresidente de la Diputación, «os éxitos só se recordan un minuto pero os erros durante moitos anos». Después, habló el obispo de Lugo emocionado por el amor a la tierra de los lucenses y, como broche final, el alcalde dijo sentirse orgulloso de esta gala en la que aún quedan muchos premios por entregar en años venideros, manifestó.

Reconocimiento al diario de Lugo
La Asociación Provincial de Radio y Televisión aprovechó la gala del sábado para reconocer la trayectoria de El Progreso. El periódico, que este año celebra su primer centenario, fue homenajeado con una escultura que recogió su presidenta, Blanca García Montenegro.

Entregaron el premio José Luis Otero y Francisco Rivera, que destacaron que, al margen de intereses empresariales, las relaciones de los medios de comunicación en Lugo son «absolutamente cordiales» y le desearon al diario que cumpla «muchos más».

En la misma línea, García Montenegro afirmó que, aunque hay una competencia legítima, «por encima de todo están las personas» y agradeció el premio, porque cada reconocimiento «es único e irrepetible», recalcó. 

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