Los roces por compartir acera

Rúa Divina Pastora (Foto: Sebas Senande / AEP)
photo_camera Rúa Divina Pastora (Foto: Sebas Senande / AEP)

Las complicaciones de la convivencia son evidentes a todos los niveles: desde las más pequeños, las que se dan dentro de una familia o una vivienda con distinos compañeros, hasta las mayores, las que se desarrollan dentro de un país. Entre unas y otras, se encuentran las que se pueden encontrar en un barrio como el de A Milagrosa, muy poblado y con un elevado número de residentes de otras nacionalidades o etnias y, en muchas ocasiones, también con diferentes costumbres.

Las dos asociaciones vecinales del barrio reclaman una mayor presencia del personal de servicios sociales, de forma que puedan supervisar la integración de las nuevas familias que llegan al barrio. Ambas se quejan de que, de un tiempo a esta parte, se han percibido algunos problemas de convivencia que son susceptibles de mejora.

En la actualidad, se concentran fundamentalmente en el entorno de la Praza da Milagrosa y la Rúa Divina Pastora, calle en la que los servicios municipales alojaron hace poco a nuevas familias. La ocupación de aceras por parte de furgonetas, junto al ruido nocturno son algunas de las denuncias de residentes en la zona de las que se hacen eco las asociaciones.

El presidente de la Asociación de Vecinos, Comerciantes e Industriales de A Milagrosa, Jesús Vázquez, reclama un «refuerzo» de los servicios sociales y una mayor presencia policial que ejerzan una «labor preventiva», al tiempo que pide a los nuevos vecinos un esfuerzo por integrarse en un barrio que, según recuerda, tiene una larga tradición de buena convivencia.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Veciños da Milagrosa, Valentín Arias, pide que se regule el aparcamiento incontrolado en la plaza y también los juegos que se desarrollan en Divina Pastora, una calle peatonal. Recuerda que no se trata de impedir que los chavales puedan jugar al balón, pero que se debe asegurar la convivencia de éstos y los peatones. En ese sentido, señala que un hombre resultó herido al caerse por culpa de una pelota y necesitó de ayuda médica. Arias, que destaca el carácter abierto del barrio, también pide más supervisión de los servicios sociales a las familias que son alojadas en viviendas de la zona.

El control del ruido por la noche, con el cumplimiento de los preceptivos horarios de los locales de hostelería, son otras de las peticiones de los vecinos que viven en la zona.

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