Hasta tres exempleados de la empresa que gestiona el servicio de la Ora en Lugo dieron testimonio ante la jueza de la fijación del responsable del servicio, Javier Reguera, con determinadas personas y negocios. Esta obsesión se plasmaba en las órdenes directas, constantes y amenazantes para que sus vehículos fueran multados a la más mínima oportunidad, aunque solo hubieran sobrepasado un par de minutos el tiempo establecido.
Uno de esos testimonios señala entre las ‘víctimas’ preferidas de Reguera a dos peluquerías de la calle Galicia, lo que ha colmado la indignación del gremio, que ha visto en esta declaración la prueba para constatar la «persecución» que algunos de sus miembros llevaban percibiendo desde hace tiempo. Por ello, la asociación provincial de peluquería de Lugo, Pelirroja, anunció ayer que está estudiando las opciones para «emprender acciones legales contra el servicio de aparcamientos de la Ora de Lugo, tras conocerse que el encargado daba órdenes de a qué vehículos sancionar y que tenía una lista por calles de los coches que eran objetivo preferente».
Su recuerdo aún hace llorar
Las declaraciones de los tres exvigilantes de la hora son un catálogo de situaciones de acoso laboral y violencia psicológica que supuestamente Javier Reguera ejercía contra buena parte de las personas a su mando. Como ejemplo, si querían ir al baño durante su ronda tenían que avisar por radio a la oficina para controlarles el tiempo. La tensión a las que les sometía era tal que durante su declaración una de las exvigilantes rompe a llorar al recordar «el miedo» que le tenía.
