Los partos de extranjeras en los centros de Lugo se dispararon en diez años

 

El hospital Xeral de Lugo atendió el año pasado al menos 91 partos de mujeres extranjeras. El centro no puede precisar la cifra exacta porque la nacionalidad de la madre no es uno de los datos que registra y la única forma que tiene de extraerlo es cruzando los datos del DNI y de la tarjeta sanitaria, un proceso que no siempre da resultado. Así, ese cotejo deparó el año pasado 1.091 partos de españolas, 91 de extranjeras y 55 de nacionalidad desconocida.

Sin embargo, un simple vistazo al registro del hospital sirve para comprobar que los nacimientos de madre extranjera se han disparado en la última década. Del mismo procedimiento de búsqueda resulta que en el año 2000 hubo 16 alumbramientos de este tipo, lo que suponía el 1,5% de los totales. Diez años después, el porcentaje está en el 7,7%.

La tendencia es la misma en los otros dos hospitales públicos de la provincia, el de Burela y el de Monforte, según indica la Consellería de Sanidade, aunque el último no facilita datos. La cifra que aporta el de A Mariña es la de nacimientos. En 1999 hubo 15 de madre extranjera (el 3,7% del total); en 2005, 33 (el 7,5%), y el año pasado, 54 (el 11%), por lo que la evolución ascendente es clara.

Los datos del INE —los más exactos porque están tomados de los registros civiles— también la reflejan. Los más recientes son de 2008, año en el que el 10% de los nacimientos de la provincia fueron de madre extranjera, frente al 2% de una década antes.

La principal dificultad en la atención a estas mujeres suele ser el idioma, ya que muchas veces no se desenvuelven en español, razón por la que los hospitales del Sergas acaban de incorporar una guía para facilitar la comunicación con las mujeres embarazadas inmigrantes.

Se trata de pictogramas en varios idiomas (rumano, portugués, inglés, francés, árabe, chinés y ruso, además de gallego y castellano) que incluyen dibujos para ayudar a la comprensión, como un costurón en una barriga para averiguar si la mujer ha sido sometida a alguna cesárea con anterioridad, una ducha para indagar si desea refrescarse o una mujer con símbolos rojos alrededor de la barriga y un reloj para saber cada cuantos minutos siente contracciones, entre otros aspectos.

El servicio de ginecología y obstetricia del Xeral aprecia también algunas diferencias entre parturientas españolas y extranjeras, pero más de tipo cultural que sanitario.

El doctor Arturo Núñez explica que de vez en cuando ven mujeres con alguna enfermedad tropical o sin anticuerpos de la rubeola por la inexistencia de campañas de vacunación en sus países, y en el caso de las latinoamericanas el índice de cesáreas anteriores también suele ser mayor, pero no aprecia muchas más diferencias médicas. Sí ha visto, sin embargo, algún caso en el que era aconsejable la interrupción del embarazo y la madre lo rechazó por motivos religiosos.

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