Los nuevos radares cazan a un coche a 133 km/h en la Ronda

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Los nuevos radares que el Ayuntamiento de Lugo instaló en dos puntos de la Ronda da Muralla, a la altura de los números 68 y 156 —frente al edificio multiusos de la Xunta de Galicia y entre la puerta del Carmen y la de Santiago, respectivamente—, han permitido constatar que algunos conductores hacen gala de una imprudencia extrema y conducen sus coches a velocidades totalmente desproporcionadas para una zona del casco urbano de la ciudad transitada por muchos peatones y limitada a 50.

 

Uno de esos equipos, que comenzaron oficialmente a funcionar el pasado 27 de julio, captó la matrícula de un coche que circulaba a 133 kilómetros por hora sólo unos metros después de la Puerta del Carmen, frente a Suministros la Ronda, hace apenas unos días.

 

Al conducir a semejante velocidad —más del doble de lo permitido en una zona limitada a 50—, la persona que iba al volante de ese vehículo no se enfrenta únicamente a una sanción económica y a la pérdida de puntos, dado que su imprudencia está tipificada como un delito contra la seguridad del tráfico y, por lo tanto, dará lugar a la apertura de un proceso judicial contra él por vía penal.

 

En cualquier caso, éste no fue el único vehículo detectado a una velocidad anormalmente alta en la Ronda, porque los mismos radares captaron, prácticamente en la misma semana, a otros dos turismos que circulaban a 104 por hora, más del doble de lo permitido y en el límite entre la sanción administrativa y el delito.

 

Parece que, por lo tanto, ni las constantes llamadas a la prudencia por parte del alcalde de la ciudad y del responsable de tráfico, ni los graves accidentes que ya han ocurrido en la misma vía —con varias víctimas mortales—, ni siquiera el anuncio de que los propios radares comenzaban a funcionar han sido argumentos suficientes para que algunos conductores temerarios levanten el pie del acelerador. De hecho, en poco más de una semana, ambos radares han registrado una media de 40 infracciones por jornada, mientras que en el período de pruebas, a lo largo de unos veinte días, los equipos fotografiaron la matrícula de unos 500 coches que circulaban por encima de la velocidad permitida.

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