Los lucenses gritan ''¡yo no pago!''

«Una tomadura de pelo». «La última gota que colma el vaso». «Una vergüenza». La llegada de los recibos municipales por la recogida de basuras del segundo trimestre del año, despierta desde el martes una nueva oleada de incredulidad y de protestas entre los ciudadanos de Lugo, que repiten frases de indignación como esas.

Unas protestas que, para algunos lucenses, se han materializado de acciones concretas, como son la presentación de reclamaciones en el Concello por el cobro de un servicio que consideran no percibido o, llevándolo un paso más allá, la devolución directa de los recibos, que afecta de manera más acusada a las arcas del gobierno local pero, por otro lado, también expone al rebelde a sanciones impositivas y recargos del 20% en la cuantía del importe.

En el caso de empresarios y emprendedores, que han de costear tanto el recibo de la vivienda como el de su local de negocio, la situación es particularmente peliaguda. «Cuando trasladé la sede de mi academia en mayo, ya me cobraron 300 euros en concepto de atrasos en las facturas del agua», relata Carmen Estévez.

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