Los ingenieros premian la depuradora de Lugo, cuya legalidad está en el aire

Entrega del premio San Telmo que recayó en la nueva depuradora. EP
photo_camera Entrega del premio San Telmo que recayó en la nueva depuradora. EP

La nueva depuradora de Lugo recibe galardones, mientras su legalidad está en entredicho. La estación de aguas residuales, en la que se invirtieron 44,5 millones de euros, fue distinguida con uno de los accesits del premio San Telmo, convocado por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Galicia para elegir la mejor obra civil finalizada en los dos últimos años en la comunidad autónoma. El máximo reconocimiento recayó en el viaducto sobre el río Ulla de la conexión ferroviaria Santiago-Ourense, considerado el más alto del mundo de la alta velocidad.

El jurado destacó de la Edar de Lugo que es «una obra pionera en diversos campos de la ingeniería del saneamiento», entre los que citó que es «la primera instalación en España de un sistema de descarga de fango seco sobre contenedores que gestiona robóticamente el pesaje y traslado de éstos».

También resaltó, entre otros aspectos, que el edificio de control supone «un referente arquitectónico dentro de este tipo de instalaciones y su diseño fue todo un reto». Añadió además que se concibió como «un gran mirador desde el que velar por el buen funcionamiento del sistema».

Esta nueva depuradora, que fue inaugurada hace tres meses por la ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, forma parte de la renovación integral del saneamiento del municipio de Lugo y tiene capacidad para depurar el agua residual de una población urbana de 120.000 habitantes y una industrial equivalente a otros 80.000 habitantes.

Este accésit completa el premio San Telmo con el que los ingenieros gallegos distinguieron el año pasado a otra obra hidráulica realizada en el municipio de Lugo, los colectores.

Litigio

Esa distinción coincide en el tiempo con la sentencia del Tribunal Supremo, que ratifica una previa del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, que cuestiona la legalidad de la Edar lucense porque se encuentra a menos de dos kilómetros de distancia de un núcleo de población.

El pleito lo interpuso media docena de vecinos de Camiño do Vilar, en la parroquia de Conturiz, que denunció que los olores que desprende esta infraestructura son «insoportables» y su ruido resulta «molesto».

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