''Los impagos son escasos porque esas cuotas son de lo último que se deja de pagar''

La crisis no ha provocado un aumento sustancial en Lugo de los impagos de las cuotas de la comunidad en el caso de las gestionadas por administradores de fincas. Félix Galocha, profesional lucense y vocal de la junta de gobierno del órgano colegial, asegura que son muy puntuales. «Son poco significativos, escasos. No se puede decir que haya habido una avalancha de impagos, ni mucho menos. Quizás se debe a que esas cuotas son de lo último que se deja de pagar», apunta.

Aclara además que, no solo se registran pocos impagos, sino que, en muchos de esos casos, sucede que se deja de pagar un mes pero se retoma con posterioridad el abono regular. El vecino vuelve a pagar cuando tiene oportunidad. En los casos en los que no ocurre eso, pasar por el juzgado es prácticamente la única opción que queda para recuperar el dinero, aunque los procesos son lentos.

Galocha recuerda que son los compradores los que están obligados a afrontar el pago de las cuotas de la comunidad durante el año en curso y el anterior al momento de la compra. En principio, en el proceso de compraventa de un piso, el notario podría exigir al vendedor un informe del estado en el que se encuentra el abono de las facturas de la comunidad. Sin embargo, el comprador puede exonerarlo de su presentación. En cualquier caso, si el vendedor lleva un tiempo sin hacer frente a las cuotas, el que adquiere la vivienda deberá hacerlo en su lugar hasta en el ejercicio anterior al de la transacción.

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