Los hogares de Lugo pagarán el precio más bajo en 4 años por el gasóleo de calefacción

El calor aún aprieta, pero muchos lucenses están preparando ya las calefacciones y, salvo que se produzcan fluctuaciones de infarto en las cotizaciones del petróleo en las próximas semanas, a los lucenses con calefacción de gasóleo les costará menos dinero llenar sus depósitos este año que en 2005. Es decir, el gasóleo está a día de hoy más barato que hace cuatro años, si bien es imposible predecir la tendencia que seguirá a lo largo de los meses invernales. En diciembre de 2005, el precio del litro de gasóleo, a partir de la adquisición de 1.000 litros, se situaba en 0,64 euros; mientras que hoy se compra por 0,57 euros.

Septiembre, y especialmente octubre, son meses de gran actividad para las suministradoras de combustible para calefacción, pues particulares, empresas y comunidades ponen a punto sus reservas para afrontar los primeros fríos del invierno, aunque siempre hay quien lo retrasa hasta que el termómetro da el susto. De un mes para otro, las variaciones pueden ser sustanciales, como sucedió el año pasado, cuando el precio al consumidor experimentó una diferencia de 39 céntimos en cuestión de cuatro meses.

En julio de 2008, el gasóleo de calefacción rozaba casi los precios actuales del de automoción; a 0,98 euros el litro. El precio fue descendiendo mes a mes hasta alcanzar los 0,89 euros en septiembre; 0,80 en octubre, 0,69 en noviembre y 0,60 en diciembre, según datos de la Asociación de Distribuidores de Gasóleo, que preside el lucense Jesús Somoza a nivel gallego.

En la provincia se consumen anualmente unos 50 millones de litros, con una media por hogar de entre 300 y 500 al mes durante la estación invernal,.

Según fuentes del sector, la subida de impuestos supone, a corto plazo, la amenaza más seria de subida de precios. El gasóleo de calefacción, al igual que el agrícola, disfruta de bonificaciones fiscales importantes, de ahí que sea considerablemente más barato que el que se utiliza como carburante.

Aunque los dos tipos son parecidos, hay ligeras diferencias. Jesús Somoza señala que "el de calefacción es más denso y da más calor; mientras que el otro se inflama más rápidamente y calienta menos". La similitud entre ambos hace que en ocasiones se utilice, fraudulentamente, el de calefacción para el automóvil, "por eso tenemos inspecciones de Hacienda cada poco tiempo y es necesario llevar un estricto control en los recibos", apunta Somoza.

Como otras actividades, en el sector de la distribución de gasóleo también se deja notar la crisis, aunque Somoza aprecia que los impagos o devolución de recibos se dan más en comunidades y empresas que en particulares. "Los particulares suelen pagar al contado. A lo mejor van echando cantidades pequeñas, pero la gente prefiere dejar de ir a comer fuera y tener calefacción".

En Lugo se encuentran 32 empresas de distribución, de las 180 que operan en Galicia.

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