Estacionar el coche en zona Ora sobrepasando los límites de la plaza puede conllevar una multa de 90 euros, acompañada de un pequeño trozo de papel en el que se ruega, con mucha cortesía, que se mueva el vehículo para que otro coche pueda usar también el servicio. Con los dos papeles -el tique de multa y el educado requirimiento- se encontró el pasado miércoles una usuaria de una plaza en la calle Rodríguez Mourelo,
La conductora se sorprendió al ver que le habían colocado en el parabrisas una multa porque todavía no había agotado el tiempo pagado por el estacionamiento, pero al cogerlo comprobó que ese no era el problema, sino haber sobrepasado el límite físico de la plaza.
En realidad, asegura la usuaria, ella había aparcado de tal modo porque el coche estacionado delante también estaba así, y no solo este, sino otros muchos en la calle, que también tenían un papel en el parabrisas.
La conductora preguntó a la controladora de la Ora qué tendría qué haber hecho en ese caso, a lo que le respondió que tendría que haber aparcado más atrás y dentro de los límites de una plaza, aunque de este modo quedara un hueco inservible entre su coche y el de delante, demasiado pequeño para que estacionara vehículo alguno.
Además, la trabajadora de la Ora también le hizo saber que, incluso en el caso de que tres coches de pequeño tamaño pudieran caber en dos plazas, no podrían usarlas de ese modo, sino que cada uno tendría que aparcarse en una completa.
La escena propició que algún otro usuario que se encontraba en la misma situación moviera su coche para encajarlo entre las líneas azules por temor a correr la misma suerte.
La sanción apela al artículo 38.4 de la ordenanza general de la Policía, que dice exactamente que se podrá multar por «estacionar en zona Ora fuera del espacio señalizado en la calzada como plaza de estacionamiento». Sin embargo, el responsable de Tráfico de la Policía Local, Manuel García Ferreiro, indicó, tras haber sido expresamente preguntado por este tema, que las notas se estaban dejando a título informativo y que no había intención de multar, sino de hacer un uso correcto de las plazas.
