Los cauces que dieron vida a Lucus

La base del acueducto romano (la parte más estrecha) y el tramo ampliado, al fondo (Foto: J. Vázquez)
photo_camera La base del acueducto romano (la parte más estrecha) y el tramo ampliado, al fondo (Foto: J. Vázquez)

Se sabía que Lugo tuvo dos acueductos, uno en época romana y otro en el siglo XVIII, pero hasta ahora se pensaba que el segundo iba superpuesto al primero y resulta que no es así. Las obras de reurbanización de la zona de San Marcos sacaron a la luz ambos canales a una distancia entre sí de unos siete metros, lo que echa abajo la teoría que se manejaba hasta ahora, según la cual, el de obispo Izquierdo construyó hace casi tres siglos un acueducto sobre la base del levantado a mediados del siglo I.

La conducción romana hallada en San Marcos muestra, efectivamente, una reconstrucción posterior en una fecha que todavía falta por concretar, pero fue en todo caso antes del siglo XVI. «Las lajas de pizarra superpuestas no son posteriores al siglo», explicó ayer a pie de obra la arqueóloga municipal, Covadonga Carreño. «Todavía no sabemos si ese intento de traída de agua a la ciudad funcionó o no, durante cuanto tiempo, ni qué problemas pudieron aparecer, pero parece que quedó claro que no es del obispo Izquierdo», añadió.

La hipótesis con la que trabajan ahora los arqueólogos es que, hacia finales de la Edad Media o principios de la Moderna, se reformó el acueducto romano para hacer un canal hídrico de mayor amplitud con el objeto de llevar más agua a la ciudad, explicó el director de la excavación, Celso Rodríguez Cao. «Estamos estudando a cerámica que apareceu nas zanxas que fixeron para facer esa ampliación, a ver se podemos datar con exactitude a cronoloxía desa reparación», explicó el arqueólogo.

Covadonga y Cao acompañaron ayer al alcalde y a otros miembros del gobierno local para explicar el proyecto de musealización in situ de un tramo del canal romano, puesto que el del siglo XVIII quedará tapado. Se dejarán a la vista 25 metros de acueducto y se podrá apreciar tanto la base romana como la ampliación posterior. La excavación se drenará, se iluminará y se exhibirá a través de un vidrio de 2,5 metros de ancho, avanzó la arqueóloga municipal.

La musealización no afecta al diseño de la plaza, ya que en esa zona -hacia el lado de la Praza de Ferrol- no estaba previsto ni árboles ni mobiliario. A mayores, para intentar dar continuidad al canal, se colocarán en el suelo unas láminas de bronce, simulando el trazado del acueducto hacia Santo Domingo.

El Concello ya dispone de un anteproyecto y esta semana encargará la elaboración del proyecto para acometer la obra «no menor tempo posible pero coas maiores garantías científicas», explicó el alcalde, José López Orozco, que indicó que la reforma de la plaza no se verá alterada y quedará finalizada en maio. «Dicían os filósofos gregos que a auga é a orixe de tódalas cousas, que onde hai auga, hai vida, polo tanto, Lugo tivo sempre moita vida», concluyó.

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