Los alumnos critican que la USC no los defienda

En el centro de la guerra abierta en torno al Máster de Ingeniería Industrial se encuentran una treintena de alumnos que se sienten «desamparados», explica Alejandro Pacheco, su representante en la junta de facultad. «La USC tiene un compromiso adquirido con nosotros. No puede ofrecer un título, cobrar la matrícula y luego desentenderse». Por esa razón también piden una reunión con el rector y la vicerrectora de Personal Docente e Investigador.

«Vemos que no paran de llover críticas de agentes ajenos y nadie rompe una lanza en favor de la titulación», aclara Alejandro, que ve infundadas las denuncias de los ingenieros industriales. La formación que recibe no le ofrece ninguna duda, y «si hay algún defecto que subsanar colaboraremos todos, pero no se puede venir con ánimo destructor», apunta.

A Alejandro Pacheco le parecen «exageradas» las críticas sobre la idoneidad del profesorado. «Prefiero que me dé Estructuras un ingeniero agrónomo que vive de eso, que no un ingeniero industrial con su doctorado que nunca salió de la facultad», apostilla.

RECURSOS
Dos plazas de profesores asociados

Tras desatarse la primera ofensiva contra el máster de Ingeniería Industrial, el rector de la USC, Juan Casares Long, se comprometió a poner todos los recursos necesarios para que la titulación se desarrollase del mejor modo. Poco después se ofertaron dos plazas de profesor asociado para ingenieros industriales. Hace un mes, Casares Long volvió a recordar que el centro tendría su apoyo y su complicidad, dada la afinidad con su área.

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