Un trabajador de dos empresas dedicadas a limpiar y gestionar residuos de construcción, así como cuatro vigilantes de seguridad de una gasolinera lucense, aceptaron ayer sendas multas como presuntos autores de una estafa.
Los cinco acusados -con iniciales M.A.D.R., E.L.M., O.R.M., J.V.L. y J.A.R.C.- se pusieron de acuerdo para cargar en la cuenta de las empresas medio centenar de repostajes que nunca se realizaron, sacando a continuación esas cantidades de la recaudación diaria de la gasolinera con el objetivo de repartírselas. Por estos hechos, los cuatro primeros fueron condenados a penas de seis meses de cárcel, que les serán sustituidas por multas de 1.080 euros, mientras que el último aceptó una multa de 135 euros.