Libros y papeles con mucha solera

Público asistente a la presentación del catálogo y exposición de libros de texto antiguos. (Foto: Pepe Álvez)
photo_camera Público asistente a la presentación del catálogo y exposición de libros de texto antiguos. (Foto: Pepe Álvez)

Jesús Arias estudió en el antiguo Instituto Provincial de Lugo -hoy Lucus Augusti- entre los años 1941 y 1949. Por entonces, el centro estaba en el Pazo de San Marcos, en el mismo inmueble que ocupa ahora la Diputación. Ayer, este exalumno del instituto acudió a la exposición de manuales educativos antiguos que está en el recibidor del instituto.

«Este, ‘Historia del Imperio Español’, de José Luis Asián Peña, era el que estudiaba yo», afirma, reconociendo, uno de los libros que llevaba al instituto.

Este ex alumno, ya entrado en edad, recuerda, además, otros libros de texto como, por ejemplo, «uno de Física, de Andrés León, que tenía unos dibujos esquemáticos muy buenos y también había uno de Literatura de Guillermo Díaz-Plaja y otro de Matemáticas, de Rey Pastor».

Para este hombre, los libros de texto de los años 40 eran mejores que los de ahora. «Eran mucho más rigurosos. Ahora, yo veo los de mis nietos, que están llenos de colorines y parece todo un juego, lo que creo que es peor porque supone el abandono de la cultura del esfuerzo», indica.

La inauguración de la exposición de libros de texto antiguos se produjo al finalizar la presentación del catálogo ‘El fondo antiguo del Instituto Provincial de Lugo’, realizado por el catedrático de Historia Antonio Prado Gómez y que hace un repaso de los libros conservados de los siglos XVI, XVII y XVIII.

Además de la charla y de la inauguración de la exposición, tuvo lugar la visita de la biblioteca histórica, donde se acumulan todos los fondos antiguos del centro. El más antiguo es un ejemplar de Fabio Quintiliano, el ‘Institutionum oratorium’, que data de 1538 y en el que se ve el sello del impresor Sèbastien Gryphe, un león o grifo alado, «el grifito», apuntó, con humor, la profesora de Latín de la facultad de Humanidades, Concepción Fernández López, asistente a la visita.

El fondo histórico reúne, además, otros libros ilustres, por así decirlo, como las ‘Novelas ejemplares’ de Cervantes; las ‘Fábulas’, de La Fontaine, o ‘La Divina Comedia’, de Dante Alighieri.

«O máis chamativo disto é que só se lerían 30 ou 40 libros dos 100 que hai aquí, neste fondo antigo. De feito, teño aquí un coitelo para poder abrir moitos libros, que están pechados de non usalos», comentaba Antonio Prado a los visitantes.

También llamó la atención un objeto que apenas se conoce en las bibliotecas modernas: el abarrotes. Se trata de un taco de madera con la signatura del libro que falta para mostrar que está en préstamo y, a la vez, cubrir el hueco libre.

Expedientes

Pero el fondo antiguo del IES Lucus Augusti no se nutre solo de libros. También conserva un importante patrimonio documental. Por ejemplo, los expedientes académicos de alumnos tan ilustres como los escritores Ánxel Fole, Antón Villar Ponte o Álvaro Cunqueiro, el grabador Manuel Castro Gil, o políticos como Manuel Fraga y Leopoldo Calvo-Sotelo. También está expuesto el título de Bachiller de Manuel María, que alega pertenecer a una familia numerosa (se supone que para el pago de tasas).

Llama la atención, por ejemplo, el suspenso en Lengua Castellana de Ánxel Fole (Ángel Alejandro Fole Sánchez) en 1922 o los aptos en Dibujo y Educación Física, en un expediente de sobresalientes, de Manuel Fraga. Otro, como Villar Ponte, fue significado como «bueno» en Geografía, Latín, Historia y Retórica. Además, Cunqueiro recibió un modesto aprobado en Lengua en 1922.

Comentarios