La Audiencia Nacional sentenció a dos años de prisión a R.J.B. a la vez que dictó la libre absolución para la pareja de este, M.E.C.M., juzgados ambos por un delito de lesiones al haber supuestamente golpeado con una barra de hierro y acuchillado a un lucense que les increpó porque habían estado a punto de atropellarlo en un paso de cebra. El fiscal solicitaba para cada uno de los acusados seis años de prisión.
La mujer ni siquiera tuvo que esperar a que se dictara la sentencia absolutoria para abandonar la prisión, ya que la Audiencia ordenó su puesta en libertad antes de comunicar el fallo ante la evidencia de que no iba a ser condenada. El hombre, por su parte, también está ya en la calle porque la Audiencia atendió la petición en ese sentido de su abogada, Fernanda López Fernández, en vista del tiempo que había cumplido ya en prisión provisional y la duración de las condena.
La reparación del daño fue esencial
La clave que explica que la condena de R.J.B. estuviera tan alejada de los seis años que solicitaba el ministerio fiscal es la atenuante de reparación de daño. Y es que la pareja, antes de ser juzgada, entregó a su víctima como compensación lo único que tenía propio, su furgoneta, y además otros ocho mil euros que consiguieron reunir con la ayuda de sus familiares. De hecho, la propia víctima se dio por satisfecha y renunció a más compensaciones.
