Las uniones mixtas se disparan en Lugo y crece el control de los fraudes

eN EL MUNDO ACTUAL, las relaciones de pareja entre personas de distinta nacionalidad están a la orden del día. Este mestizaje enriquece sin duda a los protagonistas de cada historia, pero también favorece a la sociedad en general, que evoluciona al abrirse a nuevas culturas. Sin embargo, detrás de las parejas mixtas -que se dispararon en Lugo en los últimos años- no siempre existe una historia de amor, ya que cada vez son más frecuentes las uniones de este tipo que se fundan únicamente en el interés.

Los matrimonios de conveniencia, también denominados blancos -traducción de la expresión francesa ‘mariage blanc’, por la ausencia de relaciones íntimas entre los cónyuges- se celebran en la mayoría de los casos para ayudar al inmigrante a obtener ventajas en materia de nacionalidad. Además, el contrayente español tampoco actúa de forma altruista, sino que lo hace a cambio de una cantidad de dinero.

El problema para los falsos novios es que estos matrimonios están prohibidos en España, por lo que las autoridades llevan años utilizando diversos mecanismos para detectar el fraude.

Ante esta situación, muchas parejas ficticias se inclinan por eludir la boda y registrarse como pareja de hecho, una opción convertida en el gran coladero para las uniones fraudulentas.

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Hay que decir que está muy difundida la idea de que casarse con un español implica automáticamente que el cónyuge extranjero adquiere la nacionalidad española. Sin embargo, esta afirmación es errónea. «En estos casos», explica la portavoz de la brigada de Extranjería, «el ciudadano extranjero recibe la tarjeta de residente de familiar comunitario, que le permite residir en España y moverse libremente por Europa, pero no implica la nacionalidad».

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