Las quejas por la higiene en la piscina obligan a revisar el servicio

La ansiada reapertura de la piscina de Frigsa -estuvo cerrada algo más de un año para su ampliación y reforma- está motivando más de una decepción entre sus usuarios, que aprecian fallos, sobre todo de higiene, que el Concello ya ha empezado a corregir.

Los problemas se centran en la zona de vestuarios, donde se están dando graves problemas de limpieza. Al mal funcionamiento de los desagües se une que el pavimento colocado es mucho más rugoso, una circunstancia que responde a las exigencias que establece la normativa de piscinas para evitar resbalones pero que dificulta mucho la limpieza con métodos convencionales. «Chegas pola mañá e hai pelos por todas partes», coinciden varios usuarios, que se quejan también de la ausencia de perchas y del funcionamiento de las duchas.

«Parecen doutro século, cun cutre pulsador que bota a auga mezclada, quente-fría, do máis barato do comercio», explicaba ayer un nadador. «A auga apenas ten presión, non hai onde poñer o xabón ou unha esponxa para ducharse...», añadió.

El concejal de deportes, José Manuel Díaz Grandío, reconoció que su departamento está recibiendo «suxerencias» de los usuarios «porque algúns temas son imposibles de detectar mentres non se poñen a funcionar as cousas», afirmó.

Respecto a la limpieza de los vestuarios, por ejemplo, explicó que se están probando ya máquinas aspiradoras de líquidos y sólidos, mientras que sobre las duchas indicó que son de bajo consumo, por lo que el agua sale muy pulverizada y, si no se tiene costumbre, la sensación es de que cae poca. «Estamos vendo como vai. Se hai moitas queixas ao mellor o que facemos é intalar dúas ou tres das convencionais», explicó.

El concejal también confirmó que su departamento ya pidió presupuesto para colocar perchas. La decisión de no instalarlas originalmente fue del arquitecto, aseguró. «Di que é o que se fai agora, para que a xente se acostume a gardar todo nos armarios. É unha cuestión opinable, pero xa decidimos poñelas», afirmó, lo mismo que un reloj en la zona de los vasos y un cronómetro en el nuevo, que será el que utilicen los clubes de natación.

El hecho de que el vaso recién construido todavía no se haya abierto al público es otro de los aspectos criticados por algunos usuarios y que Grandío justificó. Hasta que empiecen los cursos, el 1 de octubre, la afluencia que hay la absorbe un solo vaso, por lo que se ahorra un socorrista. Y de los dos, se optó por el más antiguo porque es el más próximo a los vestuarios y hay que pasar por él para llegar al nuevo, por lo que habría que vallar el primero si se optase por habilitar el más reciente.

Cursos
El edil informó de que el curso de natación que había en As Pedreiras por las mañanas se trasladó a la tarde porque no tenía mucha demanda y así se optimiza personal. El plazo para inscribirse en los cursos se acaba hoy -ayer a media tarde iban 1.973 solicitudes para Frigsa y 544 para As Pedreiras- y tras estudiar la demanda se verá si son necesarios cambios en el segundo trimestre.

Un sistema de ionización para usar menos cloro
El concejal de deportes explicó que en las piscinas de Frigsa se empezó a utilizar ya el sistema de depuración que ya se usa desde hace tiempo en As Pedreiras y que se basa en la incorporación de un aparato de ionización que polariza el agua de tal forma que se necesita menos cantidad de cloro para mantener iguales niveles de salubridad, explicó Grandío.

Más sano
Con este método, las instalaciones no sufren tanto y los usuarios respiran menos cloro, un aspecto que cobra relevancia tras conocerse el resultado de un estudio científico según el cual nadar habitualmente en una piscina tratada con cloro puede producir problemas respiratorios y mutaciones genéticas.

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