Los conductores lucenses que dieron positivo en el test de alcoholemia este año pagaron ya o pagarán, si todavía no lo hicieron, cerca de 400.000 euros a las arcas del Estado como sanción por sobrepasar el límite de 0,25 o 0,15 (en caso de conductores profesionales o noveles) y los 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire espirado que dan paso a una infracción penal.
La Jefatura Provincial de Tráfico detectó, en los primeros siete meses de este año y en las carreteras de Lugo, un total de 760 conductores que dieron positivo en el test entre 76.100 que fueron sometidos a la prueba, lo que supone el 1,01 por ciento de los exámenes practicados.