El director general de la cooperativa Feiraco, José Luis Antuña, reconoció en la asamblea de la Federación Panamericana de Lechería (Fepale) que se celebra en Lugo que «la pujanza de las marcas blancas es una amenaza y una oportunidad» y que la respuesta de las empresas lácteas «tiene que ser la innovación». Están presentes en todos los mercados alimentarios, indicó, y desde 2002 los cuatro grandes distribuidores nacionales «pasaron de tener una cuota de mercado del 48,7% al 60,6%». El año pasado, apuntó, sólo en tres categorías (alimentos infantiles, aceite y leche líquida) dejaron de crecer las ventas.
«Son tiempos de crisis y el consumidor busca una cesta de la compra más barata cada día», indicó Antuña, que señaló que la diferencia de precio es de entre un 30% y un 60%. «Antes la marca blanca era sinónimo de baja calidad y buen precio; hoy tiene una identidad propia y el nuevo consumidor no renuncia a la calidad, sino al lujo», añadió. Así las cosas, Antuña cree que el consumo de marcas blancas se mantendrá firme incluso después de la crisis.
«Estamos ante un balance más negativo en los últimos años para la industria transformadora española», indicó, y la respuesta del sector ha de pasar por la innovación, dijo. «La marca blanca innova muy rápido y en todo. Debemos invertir de forma más intensa y continuada y desarrollar productos más innovadores, más especializados, diferenciados y de mayor valor añadido», afirmó. Las marcas de fabricante aportan 14 veces más valor añadido a la economía que las marcas de distribuidor y la actividad exportadora es mayor. Feiraco invirtió este año el 1,22% de su facturación en I+D+i y trabaja con universidades y centros tecnológicos. Su apuesta es «optimizar los nutrientes de los alimentos de forma natural».
Antuña indicó que hay espacio para nuevos productos y nuevas pymes industriales con potencial de internacionalización.
