Las fuerzas de seguridad sospechan que el preso fugado ya no está en Lugo

Los miembros de las fuerzas de seguridad que participan en la búsqueda del preso de Monterroso que se fugó el martes del Hospital Universitario Lucus Augusti trabajan ya con la idea de que éste ha conseguido abandonar la provincia de Lugo. El tiempo pasado desde la huida y su nula relación con Lugo apuntan en esa dirección.

El recluso, un marroquí de 21 años que estaba cumpliendo condena por delitos de robo y por hurtos, logró huir aprovechando que le habían retirado las esposas para hacerle unas pruebas médicas en el servicio de Urgencias, donde había sido trasladado por una pareja de la Guardia Civil después de que se hubiera lesionado practicando deporte en el pabellón polideportivo del centro penitenciario monterrosino. Los agentes salieron en su persecución hasta que el preso logró alcanzar una de las zonas boscosas que se encuentran cerca del Hula, donde se le perdió la pista.

Ayer, según confirmó el subdelegado del Gobierno, José Vázquez Portomeñe, la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Local de Lugo ampliaron el radio de búsqueda. En este contexto, defendió que cuando el hombre condenado por delitos de robo se escapó de los agentes que los custodiaban «se desarrolló el protocolo integral de búsqueda por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que implica ampliar el radio de búsqueda».

Efectivamente, dicho protocolo establece la ampliación del ámbito de actuación una vez que se descarta que el fugado se encuentre en la denominada zona inmediata, la más próxima al lugar de la fuga. Se considera que es prácticamente imposible que siga escondido en esa zona pasadas 36 horas, por pura necesidad fisiológica: tiene que beber y comer.

Estaciones

La ampliación de la zona de búsqueda es por tanto automática, y dentro del dispositivo pasan a vigilarse con mayor atención las estaciones de transporte público, tanto de autobuses como de tren, así como las principales vías de salida de la ciudad. Pese a todos los esfuerzos, el trabajo ha sido hasta ahora infructuoso.

De hecho, las fuerzas de seguridad tienen prácticamente asumido que el preso ya no se encuentra en Lugo.

Este joven estaba en Monterroso simplemente cumpliendo la condena, ya que su domicilio lo tiene establecido en una localidad del sur de España, por lo que parece improbable que hay podido recurrir a la ayuda de algún amigo o conocido en Lugo. De todas formas, tampoco este extremo puede descartarse del todo y se le sigue buscando.

VÁZQUEZ PORTOMEÑE
«No había indicios de que pudiera fugarse»

El subdelegado del Gobierno, José Vázquez Portomeñe, coincidió ayer con las declaraciones que responsables de la prisión de Monterroso habían realizado el día anterior, en el sentido de que la fuga fue muy extraña porque ni la duración de la condena ni el comportamiento del interno hacía pensar en esta posibilidad. Según confirmó Portomeñe, estaba previsto que el fugado abandonase la prisión el próximo año, razón por la que, explicó, su huida «sorprendió. No había indicios de que pudiera fugarse».

No obstante, el hombre será puesto a disposición judicial «para el enjuiciamiento en relación a este hecho» cuando «se reponga la normalidad», aclaró el subdelegado, lo que le supondrá un notable incremento de la condena.

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