Las denuncias a los conductores pillados por los radares en Lugo aumentaron este año un 53%

Vista del municipio de Alfoz.
photo_camera Vista del municipio de Alfoz.

Las denuncias a los conductores pillados por los radares que custodian las carreteras lucenses se incrementaron este año un 53% con respecto al mismo periodo de 2010. Así lo revelan los datos de la jefatura de Tráfico de Lugo, que tramitó durante enero y febrero 6.744 denuncias por otras tantas infracciones registradas en los puntos de verificación de velocidad.

Tal y como explican desde el departamento provincial, los radares fijos -que además se encuentran claramente señalizados- detectaron en los dos primeros meses del año un total de 4.885 infracciones, mientras que los móviles sorprendieron a 1.859 conductores haciendo un mal uso del acelerador.

En el mismo periodo de 2010, los puntos de control, tanto fijos como móviles, contabilizaron en la provincia 4.408 vehículos que circulaban a una velocidad inadecuada, una cifra considerablemente inferior a la del presente año. El jefe provincial de Tráfico, Gonzalo León Vázquez, considera que este incremento en el número de denuncias se debe a un «exceso de confianza» por parte de los conductores.

Radares

Para frenar en la medida de lo posible este exceso de confianza, la DGT tiene instalados a lo largo y ancho de la provincia un total de trece radares fijos. Cinco de ellos se encuentran ubicados en la autopista A-6, mientras que los restantes se distribuyen por carreteras convencionales como la N-120, la N-540, la N-634 o la LU-862, entre otras. «De los trece», explica León Vázquez, «solamente siete están en funcionamiento al mismo tiempo. Por supuesto, no siempre son los mismos, sino que se van rotando», afirma.

A estos puntos de control permanentes se suman además los tres radares móviles que tiene a su disposición la jefatura lucense y que, tan solo en los dos primeros meses del año, controlaron a 78.300 vehículos, de los que un 2,3% fueron denunciados por exceso de velocidad. La mayor parte de estos controles itinerantes se realizaron en los viales A-6, A-8, N-VI, N-120, LU-546 y AG-64. «Se llevan a cabo en estas carreteras porque son las que concentran la mayoría de los accidentes mortales. Además, en el caso de las autopistas, son los viales más transitados de la provincia», aclara.

Accidentes

Precisamente, el exceso de velocidad está detrás del treinta por ciento de los siniestros mortales registrados en la provincia de Lugo y es la segunda causa estadística de accidente, seguida de la infracción de las normas de circulación y del cansancio.

Tal y como explican desde la jefatura provincial, la causa principal de este tipo de percances son las distracciones al volante, que suponen más de la mitad de las muertes sobre el asfalto. Así, a lo largo de 2010, conducir sin afinar los cinco sentidos provocó más óbitos que la velocidad y el alcohol juntos.

En muchos casos, el exceso de velocidad y la conducción temeraria van de la mano del consumo de alcohol. Sin ir más lejos, el vecino de Rábade sorprendido el pasado 28 de octubre por un radar móvil cuando circulaba a 236 kilómetros por hora por la autovía A-6 -a su paso por Guitiriz- dio positivo en la prueba de alcoholemia. El hombre arrojó una tasa de 0,50 miligramos por litro de aire espirado, el doble de lo permitido por ley.

Recaudación

Conductores irresponsables como este lucense nutren cada año las arcas de la Dirección General de Tráfico. Así, solamente en la provincia de Lugo Tráfico recaudó en sanciones a lo largo de 2010 un total de 2.334.781 euros, «y aproximadamente la mitad de esta cuantía corresponde a multas por exceso de velocidad», confirma León.

El jefe provincial comenta sin embargo que, en contra de lo que mucha gente piensa, las sanciones suponen únicamente un 30% de la recaudación total, «ya que la mayor fuente de ingresos con la que cuenta la DGT son las tasas».

León Vázquez deja así entrever que las nuevas limitaciones de velocidad no responden a un afán recaudatorio. «Los límites en ciudad son eficaces en ciertas zonas, pero hay que imponerlos con un criterio racional para evitar congestiones en el tráfico», dice. En cuanto a los 110 kilómetros por hora en autopista, el responsable de la jefatura lucense se muestra cauto y considera que «todavía es pronto» para valorar la medida.

Pérdida de puntos

La nueva y polémica limitación de velocidad a 110 kilómetros por hora no modificó el baremo utilizado hasta la fecha para la retirada de puntos. De este modo, hasta que no se rebasen los 151 kilómetros, aquellos conductores que no levanten a tiempo el pie del acelerador -siempre y cuando no realicen alguna conducta tipificada como delito- sólo tendrán que hacer frente a una sanción económica.

Entre 110 y 140 kilómetros por hora, la multa es de cien euros. A partir de 141 kilómetros se eleva a trescientos.

Verano

Según los informes de evolución de las velocidades medias publicados el año pasado por la DGT, durante los meses de verano, la velocidad media aumenta alrededor de los tres kilómetros por hora en las carreteras españolas. Este año, los nuevos límites de velocidad pondrán a prueba la paciencia de los veraneantes, que verán reducido su margen de maniobra al volante.

Imprudentes ante el juez

Los datos publicados el pasado año por Tráfico, correspondientes a 2009, revelan que 224 personas fueron puestas a disposición judicial en España por grandes excesos de velocidad.

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