La crisis económica y las particularidades de la pirámide poblacional están haciendo mella en la actividad de las autoescuelas lucenses, aunque no es una situación diferente a la del sector en el resto del país. Las academias de conductores han visto desplomarse el número de interesados en sacarse el carné de conducir, según indica el presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas, José Luis García Ferreiro, que cuantifica que en los dos últimos años «descendou a matrícula nun 50%» en las academias de conductores de la provincia.
Una gran parte de esta caída se debe a la difícil situación económica que vive el país, pero no es el único motivo. García Ferreiro matiza que este sector, incluso sin el componente de la ralentización económica, le afecta particularmente las consecuencias do «descenso da natalidade que se rexistrou nos anos 90». No es el único en Lugo que se ve tocado por las particularidades demográficas, observa José Luis, «sucédenos o mesmo que ao campus de Lugo, onde chegou a haber 10.000 estudantes e agora anda polos 5.000».
Además de los jóvenes que buscan incorporarse a las carreteras en cuanto cumplen los dieciocho años o logran el dinero suficiente para sufragase el carné, el sector se nutrió en gran medida durante los últimos años de la población inmigrante. Entre quienes llegaban a buscar trabajo también había «moitas persoas que non tiña permiso de conducir e que o sacaban aquí» porque para ellos incrementaba también las posibilidades de insertarse en el mercado laboral. Sin embargo, este sector de población es también uno de los que más sufre el desempleo y la crisis económica y, por lo tanto, ha dejado de acudir a las autoescuelas.
Este compendio de circunstancias ha obligado a reducir plantillas en las academias de conductores al reducirse la actividad. García Ferreiro asegura no disponer todavía de los datos que afectan a la provincia de Lugo al respecto, pero no cree que se desmarque mucho de la cifra general en el resto del país, donde el empleo ha caído un 30 % en el sector.
Entre las demandas que tiene el colectivo está la de que sea subvencionada la formación para conseguir el permiso de conducir a determinados grupos de población, lo que podría contribuir a incrementar el número de matrículas y que ya existe en otras comunidades.
Además de materializarse menos matrículas, incluso cuando se da el paso no está garantizado que el alumno llegue al final o que mantenga el ritmo habitual. De hecho, «case todos los días se cancelan prácticas», indica el presidente del sector de las autoescuelas en Lugo.
Coches híbridos
Asimismo, este colectivo profesional también se plantea pedir ayudas para introducir en su parque automovilístico vehículos híbridos menos contaminantes que permitan ahorrar combustible, ya sean eléctricos o a gas. Sin embargo, la cuestión suscita dudas y reticencias en algunos miembros por la falta de lugares para repostar y porque temen que se reduzca la posibilidad de vender los coches al cabo de un tiempo, una práctica frecuente en el sector.
FORMACIÓN El sector pretende incluir la figura del tutor para noveles El candidato a ejercer esa labor no ha de ser un profesional, sino un familiar o allegado con un expediente circulatorio impoluto y una experiencia mínima al volante. Durante esa tutorización, la autoescuela haría algún control y al cabo del año el alumno obtendría la licencia. Mayor seguridad Sin limitación a 80 |