La Xunta, a través de la Consellería de Presidencia, solicitó «la semana pasada y por escrito» el inicio de los trámites para hacerse con la propiedad de los terrenos que ocupan los edificios del antiguo hospital Xeral, mediante una carta dirigida al ministro de Política Territorial y Administración Pública, Manuel Chaves.
En un acto celebrado el lunes en Lugo, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, condicionó la instalación de los nuevos servicios sanitarios prometidos a los vecinos en esos edificios a la formalización del trámite, acordado recientemente en el Congreso de los Diputados.
Sin embargo, sus declaraciones no convencieron a los vecinos, que por la tarde exigieron información y compromisos al PP lucense en una reunión de distrito más larga y tensa de lo habitual, en la que el presidente provincial del PP, José Manuel Barreiro, les pidió paciencia.
El conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, informó ayer a través de un comunicado que, el 14 de septiembre, solicitó a Chaves la convocatoria de una comisión bilateral para negociar la transferencia de los terrenos.
La Xunta respondió así a unas declaraciones del director provincial de la Seguridad Social de Lugo, Juan Carlos González Santín, quien aseguró que el Gobierno gallego no había realizado ninguna gestión con la institución a la que el representa para hacerse con esa parcela, de unos 30.000 metros cuadrados.
Según el acuerdo sellado hace años por la Tesorería General de la Seguridad Social y la Xunta, esta podrá utilizar la parcela todo el tiempo que desee siempre y cuando los usos sean sanitarios, tal como recalcó ayer la Subdelegación del Gobierno en Lugo.
Según ese pacto, la Consellería de Sanidade puede poner en marcha los servicios anunciados en el antiguo hospital Materno -un laboratorio de análisis clínicos, un PAC y consultas de psiquiatría, entre otros-, aunque el presidente de la Xunta explicó esta semana que primero hay que conseguir la titularidad de la parcela.
La falta de concreción de plazos para la puesta en marcha de esos servicios está provocando que los ánimos en el barrio estén cada vez más crispados. Los vecinos no han cesado en las manifestaciones y concentraciones desde que las instalaciones del Xeral dejaron de funcionar, en febrero pasado, y esta semana pidieron explicaciones a los líderes provincial y local del PP en una reunión de partido de los distritos 1, 2 y 5.
Algunos vecinos reprocharon a Barreiro y a Jaime Castiñeira su supuesta falta de presión ante la Consellería de Sanidade para que agilice la instalación de nuevos servicios sanitarios en la zona.
Los populares refrendaron el compromiso de la Xunta con el barrio, pero pidieron paciencia a los vecinos porque recordaron que en ningún momento se fijaron plazos para las nuevas dotaciones y, en un momento de ajuste económico como el actual, no es fácil acometer inversiones.
Algunos residentes se quejaron también de falta de información, circunstancia que los populares negaron. Recordaron, en ese sentido, que incluso tuvieron acceso a la conselleira de Sanidade y que el propio Barreiro mantuvo reuniones con los miembros de la plataforma vecinal. Recordaron, además, que hace años que se sabía que el hospital iba a cerrar y que desde el Concello no se hizo nada, afirmaron.
Protestas
- Los vecinos preparan nuevas medidas de presión
Los vecinos de A Residencia volverán a salir a la calle mañana, como todos los jueves desde hace meses, para hacer oír sus reinvindicaciones e intentar sumar a su causa al resto de ciudadanos de Lugo.
Sin embargo, ante la falta de concreción de plazos de la Xunta, la plataforma constituida para luchar por nuevas dotaciones para el barrio prepara otras medidas de protesta para dentro de quince días, aunque no quisieron avanzar cuáles serán.
- Estado de los edificios
Barreiro y Castiñeira explicaron esta semana a los vecinos que la instalación de nuevos servicios no será un trámite rápido porque, según los primeros estudios de la Xunta, habrá que hacer reformas importantes en el antiguo Materno.
