La Consellería de Medio Ambiente asegura que descarta abrir un vertedero de basura en Lugo, aunque recoge esa posibilidad en el Plan de Xestión de Residuos Urbanos de Galicia —que se encuentra actualmente a exposición pública—, lo ha generado preocupación. Pese al contenido del plan de residuos, el departamento que dirige Manuel Vázque asegura que el objetivo para Lugo es hacer una planta de tratamiento que incluya el compostaje, según informa el diario El Progreso en su edición impresa de este sábado.
El proyecto, que define qué se hará con los desechos que se generen en la comunidad en la próxima década, presenta diferentes alternativas, una de las cuales abogaba por abrir dos nuevos vertederos (uno en Lugo y otro en Ourense) que sirvieran para reforzar el de Sogama. Sin embargo, fuentes de la Xunta dicen con rotundidad que esa opción se ha descartado. "Un plan así contempla todas las alternativas posibles, es preciso ver todo lo que se puede hacer, pero la consellería ha optado por no hacer los vertederos", apuntaron desde Medio Ambiente, al tiempo que recuerdan que el plan no ha sido aprobado todavía y que está abierto el proceso para recoger todas las propuestas y puntualizaciones que sobre su contenido hagan los agentes sociales.
La Xunta asegura que basará la eliminación de residuos de Lugo en dos ejes fundamentales: el compostaje, para la ciudad, y el autocompostaje para los ayuntamientos de la provincia. De esta forma, en el complejo de tratamiento que se construirá en Lugo se incluirá una planta de compostaje, que tratará toda aquella basura susceptible de ser tratada con ese sistema. Sin embargo, siempre hay una parte de desechos, conocido técnicamente como rechazo, que no se puede reciclar, ni transformar, ni utilizar para aprovechamiento energético. El rechazo que produzca Lugo se llevará a Sogama para su almacenamiento e incineración.
De hecho, esto es lo que se venía haciendo hasta ahora, aunque era toda la basura íntegra la que se trasladaba a Cerceda. La puesta en marcha de la planta de compostaje reducirá considerablemente el peso y volumen del ‘rechazo’. Los cálculos actuales estiman que la disminución rondará el cuarenta por ciento. De igual forma, abaratará el transporte, al llevar menos peso que el actual.
Para la provincia, el plan de Medio Ambiente contempla el fomento del autocompostaje. Así, a través de un programa piloto en colaboración con la Diputación, la Xunta repartió compostadoras entre familias de distintos ayuntamientos de la provincia. El objetivo es lograr que cada casa, además de reciclar, fabrique su propio compost y, de esta forma, reducir al mínimo el volumen de la recogida.
El complejo, en 2010
El Plan de Xestión de Residuos de Galicia fija la puesta en marcha del complejo de tratamiento de basura de Lugo para el año 2010, año en el que previsiblemente se comenzará a compostar la basura que se genere en la provincia.
El recurso de la planta de compostaje como modelo a establecer en Lugo es un proyecto antiguo, ya que inicialmente se trataba de una iniciativa municipal, aprobada por la corporación en 1999, cuando gobernaban PSOE y BNG. La construcción de ese complejo fue adjudicada a Urbaser, la empresa que se encarga de la recogida en Lugo, en el año 2003. Sin embargo, el proyecto fue parado posteriormente, cuando el gobierno municipal concluyó que no solucionaba de una forma rotunda el problema del traslado a Sogama.
En ese momento, el Ayuntamiento consideró que la planta proyectada tenía una capacidad para compostar reducida, lo que obligaría o bien a seguir trasladando grandes cantidades a Sogama o bien la construcción de un vertedero que acogiera los excedentes que no se pudieran tratar. Además, de no resolver la gestión de residuos al completo, encarecía el proceso, según consideró el Concello, por lo que optó por frenar la iniciativa.
La inclusión de un complejo de tratamiento de basura para Lugo en el plan de la Xunta supone el cambio del carácter del proyecto de la planta de compostaje de municipal a autonómico. Aprobado el documento, obligará a Concello, Urbaser y Sogama a negociar la fórmula de gestión de la planta y los contratos pertinentes.
