El gobierno de la USC ha propuesto a la facultad de Ciencias que el máster de Ingeniería Industrial que imparte deje de ofertarse el próximo curso para alumnos de nuevo ingreso y que se hagan correcciones en la memoria de la titulación para volver a presentarla, en un futuro sin determinar, ante la Aneca, un trámite que el máster actual ya ha cumplido. El gobierno de la USC no aportó ayer más información sobre sus argumentos para plantear esta medida, a pesar de haberle sido solicitada su versión.
En todo caso, esa fue la propuesta que el decano de la facultad, José Manuel Martínez Ageitos, recibió la semana pasada de boca del rector, Juan Casares Long, y que trasladó a la junta de facultad ayer. En la reunión, se decidió solicitar al equipo de gobierno universitario la continuidad del máster.
«La propia memoria del título, como sucede en todos los másteres, contempla una evaluación anual y una verificación a los cuatro años para ver si se han cubierto los objetivos, pero en ningún caso se suspende el título al cabo de un año porque se puede evaluar o modificar sobre la marcha, sin suspender el máster, como se hace en cualquier otro caso», apuntó Martínez Ageitos, muy contrariado con la postura del gobierno de la USC, que significa «la muerte súbita del máster» y un duro golpe para el centro, sentenció.
La resolución de la junta de centro salió aprobada con 39 votos a favor, 4 en contra y 18 en blanco.
Hay que recordar que el Máster de Ingeniería ha encontrado una oposición frontal en el colectivo de ingenieros industriales a nivel nacional -que han denunciado su implantación en la facultad lucense ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia- y en la Escuela Politécnica Superior de Ferrol. Sin embargo, la USC defendió siempre que se habían cumplido escrupulosamente los trámites para su aprobación, lo mismo que señalaron la Xunta y el Ministerio de Educación en lo que a sus competencias se refiere.
Martínez Ageitos explicó que la medida propuesta por el Rectorado supondría igualmente la continuidad de las clases, porque tendría que seguir ofertándose el primer curso a los alumnos ya matriculados que han optado por hacerlo en la modalidad de media jornada, además del segundo curso (30 créditos) para quienes cubran esos primeros 60 créditos en el presente año académico.
La respuesta que se enviará al Rectorado también pide que se haga todo lo posible para buscar recursos que garanticen el desarrollo adecuado del máster. «Si hacen falta más recursos, pues habrá que buscarlos», solicitó el decano, que aseguró que, debido a la debilitada situación financiera de la universidad, muchos másteres consiguen ya sus fondos a través de convenios «y en este caso se puede hacer lo mismo si hace falta, no vamos a dejarlo porque no haya dinero», matizó.
Martínez Ageitos recordó en este sentido que «ningún título ha nacido con todo el traje hecho» y que la propia historia del campus de Lugo es una muestra clara de que las titulaciones se han ido armando y perfeccionando poco a poco. Anunció, además, que desde ya empezará a buscar apoyo para el máster
Marginación
Martínez Ageitos considera que parte de las críticas que ha recibido la titulación emanan de la propia actuación del equipo de gobierno de la USC, ya que el año pasado el máster quedó al margen del plan docente anual -las necesidades de docencia de una titulación, que se presentan al Rectorado para que este les dé el visto bueno y las incluya en la programación de cada área para asignarle luego profesorado- a pesar de haber tenido la documentación en plazo.
«Cuando se incluyó en el plan docente ya estaba repartido y surgieron problemas en los departamentos para cubrir la docencia», indicó José Manuel Martínez Ageitos. Por esa razón, otra de las peticiones al Rectorado es la de que se apruebe cuanto antes para que no haya problemas de carga horaria con los docentes.
No obstante, el decano señaló que estaba prevista una reunión con la vicerrectora de Docencia e Investigación, Carmen Fernández Morante, y las áreas afectadas para hablar precisamente de este tema y ésta no se ha producido, a pesar de que el plazo para presentar el plan ya ha terminado.
El Máster de Ingeniería Industrial se diseñó bajo el mandato de Senén Barro, después de que se decidiera asignar las competencias de la profesión de ingeniero técnico industrial al grado de Ingeniería Química que imparte en la Escola Técnica Superior de Enxeñaría (ETSE) de Santiago, centro al que pertenece Casares Long. Esas competencias profesionales sólo las tenía hasta ese momento la facultad de Ciencias de Lugo, que las sigue manteniendo ligadas al grado en Enxeñaría de Procesos Químicos Industriais. En aquel momento, indicó Martínez Ageitos, se decidió diferenciar la orientación de los dos centros para que no se solaparan, de modo que la ETSE se especializó en la rama química y la facultad de Ciencias, en la industrial. La última propuesta del Rectorado traiciona este espíritu, señala Martínez Ageitos.
