La terminal ferroviaria de mercancías de Lugo languidece a los tres años de su apertura

Tres años después de su puesta en marcha, la terminal ferroviaria de mercancías no acaba de despegar. Más bien al contrario, los datos apuntan a que las empresas locales han dado la espalda a la terminal, de la que ha dejado de salir uno de los productos estrella durante lustros: la leche.

En parte, ese mercado estrella se perdió como consecuencia de la marcha de Pascual, que tenía en el tren una de sus principales vías para enviar a los mercados foráneos la leche que recogía en ganaderías de la provincia y envasaba en su planta lucense. La crisis en ese sector ha acabado por repercutir en la rentabilidad que se la saca a una de las infraestructuras que mayores inversiones requirió en la última década.

A pesar de que un operador privado a comenzado a sacar mercancías desde Lugo, el balance es pobre y apunta a que las empresas ignoran el transporte de mercancías por tren, que muchos consideran «caro» incluso a pesar del encarecimiento de los portes por carretera como consecuencia de la escalada de precios de los carburante.

El resultado es que, en el conjunto provincial, de Lugo salen hoy menos mercancías por tren que en 2006.

Así, aquel año salieron de las terminales de la provincia 224.275 toneladas y el año pasado esa cantidad se vio reducida a 218.739 toneladas.

Esa pérdida se produce a pesar de que la nueva terminal, construida entre el polígono de O Ceao y el nuevo de As Gándaras, multiplicó por diez la capacidad de la antigua terminal de la capital.

De hecho, la nueva estación tiene capacidad para dar salida a cien trenes a la semana, pero en la actualidad es raro que se dé salida a más de uno al día. El operador público, por lo demás, tiene una mínima actividad en la capital.

La madera es prácticamente la única mercancía que sale hoy desde la estación lucense, que se construyó con la previsión de que el tráfico ferroviario crecería sustancialmente.

La infraestructura se ideó, además, con unos objetivos de mercado que no han logrado concretarse. Entre otras ideas, en tiempos se jugó con el objetivo de que la terminal lucense pudiera servir para distribuir por toda la península mercancías llegados a los puertos exteriores de Ferrol y A Coruña. Esos puertos siguen sin ser una realidad en este momento.

A mayores, la crisis ha podido acabar contribuyendo a los pobres resultados de explotación de la terminal, que eso sí, permitió sacar una actividad molesta de prácticamente el centro de la ciudad.

CAPACIDAD. Cinco vías y trenes de hasta 750 metros

  • La estación tiene cinco vías (entre las de estacionamiento y carga y descarga), pero los tráficos actuales están lejos de precisar el uso de toda la infraestructura. Una de las vías de la terminal tiene capacidad para trenes de hasta 750 metros de largo y otras dos son hábiles para ferrocarriles de hasta 500 metros.

Contenedores

  • Con vistas a un tráfico intenso, en su día se construyó una losa de hormigón de 18.000 metros cuadrados para almacenar contenedores y se dispuso un área logística pensada para el uso de las empresas que utilizarán la terminal.
  • El otro centro logístico del ferrocarril en la provincia está en Monforte, pero su rentabilidad es también bastante escasa.

CAPSA
«Sacábamos uns 100.000 litros de leite ao día, pero o prezo disparouse»

Capsa (Corporación Alimentaria Peñasanta), con planta láctea en Outeiro de Rei, utilizó durante varios años la terminal de mercancías de Lugo para sacar contenedores de leche por tren, pero dejó de hacerlo porque dejó de ser competitivo.

«Sacábamos uns 100.000 litros de leite ao día cara a Madrid e Sevilla, pero os prezos subieron de tal forma que hoxe sae un 50% máis caro ca por carretera», explican desde el departamento de logística. «A liberalización non serviu para baixar prezos, supoño que porque a infraestrutura segue sendo de Adif e as empresas teñen que pagarlle».

TRAFICO 2010. Monforte centró el grueso de la actividad del operador público

  • La actividad del operador público se centró casi toda en el puerto seco de Monforte, donde gestionó 137.616 toneladas. Expidió sobre todo tierras y piedras hacia A Coruña, León y Pontevedra y recibió cereales procedentes de la ciudad herculina y cemento de León.
  • Las cifras reflejan la escasísima rentabilidad que las empresas sacan al transporte por ferrocarril. El año pasado sólo se movieron 218.739 toneladas en la provincia: las 80.000 de madera que transportó Ibercargo Rail desde Lugo hacia Portugal y las 138.739 que movió Renfe Mercancías, de las que 45.048 fueron de salida, 89.140 de llegada y 4.551 de tráfico interno.

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