La repentina baja de diez policías locales complica los planes del Concello

El concejal de seguridad ciudadana, Jose Rábade, reconoció ayer que el dispositivo de seguridad para el San Froilán se vio afectado después de que un tercio de los policías locales que debían entrar de servicio ayer se dieran de baja. En su mayor parte se trata además de agentes de la policía de barrio, los que deben patrullar las calles y controlar, entre otras cosas, a los manteros.

Según explicó Rábade, diez de los treinta agentes que debían componer los tres turnos presentaron ayer de forma repentina sus bajas. Son también los mismos que deberían haber patrullado los próximos días. Se trata, según dijo, de incapacidades de difícil control, al ser por menos de tres días, aunque sospecha que la medida puede tener que ver con el conflicto que afecta a este cuerpo. No obstante, el concejal agradeció el sobreesfuerzo de los policías que sí acudieron a sus puestos y la colaboración de la Policía Nacional y la Guardia Civil para mantener la seguridad.

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