La procesión de San Froilán

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La comitiva infantil que acompañará el Domingo de Ramos a la procesión de La Borriquita estará integrada por una legión de 70 soldados romanos y 200 hebreos. Algunos son nietos e hijos de quienes al desfilar hace años iniciaban una tradición que se remonta a 1943 y tuvo como protagonistas al párroco José Fernández y a los niños de la catequesis de San Froilán, que después cedieron el testigo a miles de lucenses, bajo la atenta mirada de Rosita Lourido y su fallecida hermana Ofelia.

Adrián Fernández tiene 12 años y desfila desde los 10. «Vi la procesión en la calle y me apetecía probar, así que pregunté y al año siguiente vine a ensayar», afirma. Él es corneta y su hermana Nuria, un año menor, lleva un timbal. «Aprendemos el paso y luego ensayamos para tocar», explica.

Con ocho años, Emma Torres ya desfiló de hebrea durante «cuatro o cinco». El domingo lucirá por primera vez, como Nuria, el uniforme de soldado romano. Hace ya más de dos décadas que una lucense -hoy soldado en el Ejército de Aviación en Badajoz- inició la participación de niñas entre los romanos de la cofradía de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén.

Marcos Vidal tiene 15 años y es su primer desfile. Llevará un tambor, aunque toca «la guitarra» y como Javier, el hermano de Emma, también desfilará de legionario, al igual que Carmen Fernández, a quien le gusta «todo» de la Semana Santa lucense. Ella se une este año a los legionarios «porque ya era mayor para ir de hebrea». Viste con cariño el uniforme que les cede la cofradía y que Ofelia Lourido se encargó en su día de diseñar, mientras Rosita -que ronda los cien años- buscaba gente.

Lugo se reconocerá en ellos y seguirá su paso con La Borriquita el domingo; el Viernes Santo, y el Domingo de Resurrección con el Jesucristo Resucitado.

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