La Policía rescata en Lugo a una niña atrapada cuando patinaba en el patio de su colegio

Lo que iba a ser un rato de juego terminó en una complicada operación de rescate policial. Una niña de 13 años, se rompió una pierna cuando se encontraba patinando en el patio del colegio Sagrado Corazón, unas instalaciones a las que, según informó la Policía Local, había accedido saltando la valla del recinto escolar dado que el centro se encuentra actualmente cerrado por ser temporada de vacaciones.

La pequeña fue rescatada sobre las diez de la noche del pasado martes después de haber sufrido la caída y al verse incapaz de salir del recinto. No fue fácil lograrlo y hubo que llamar a efectivos de la Policía para poder llevar a cabo el rescate y ofrecerle asistencia médica urgente.

RESCATE

Agentes de la Policía de Barrio, del Ayuntamiento, y también de la Policía Nacional colaboraron en el rescate de la niña, además de efectivos del 061 que colocaron a la menor en una camilla con pala rígida, tras ser inmovilizada.

La camilla rígida, también llamada plegable o de desastres, no tiene ruedas y, generalmente, se tiene que llevar entre tres o cuatro hombres. A veces, cuando la han de transportar dos personas, se atan arneses en las manijas para que el peso sea soportado por los hombros y no por las manos.

En este caso, no se emplearon arneses. La camilla tuvo que ser subida por los agentes por encima de la valla, sin utilizar tampoco ninguna grúa, por lo que la operación resultó más dificultosa de lo que se esperaba en un principio, cuando recibieron el aviso de emergencia. Tras ser rescatada, la niña fue ingresada en el complejo hospitalario Xeral-Calde donde, según la Policía Municipal, se le diagnosticó una fractura de tibia.

EN APUROS

  • ¿Dónde está la llave?

Lo más fácil hubiera sido hacerse con la llave del recinto escolar, pero la hora a la que se produjo el accidente, las diez de la noche, y el hecho de estar en pleno mes de agosto hacían prácticamente imposible conseguir la ansiada llave para rescatar a la niña y darle asistencia médica. No es la primera vez que los niños del barrio saltan el cierre del centro para encontrar un espacio en el que poder jugar próximo a sus viviendas.

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