Los trayectos habituales de las procesiones de Semana Santa variarán su recorrido este año por las obras de musealización de los restos de la piscina romana encontrados en el subsuelo de la Praza de Santa María hace 41 años. Estos trabajos se llevarán a cabo de forma inminente, según confirmó ayer el propio alcalde de Lugo, José López Orozco, para no retrasar la ejecución del proyecto.
«Esta semana comenzarán las obras de replanteo, pero espero que también empiecen los trabajos de pico y pala», dijo el alcalde.
En principio, la ejecución del proyecto de recuperación, redactado por la empresa Tomos, durará cuatro meses y costará 110.000 euros. Por lo tanto, avanzó López Orozco, «incidirá algo en las procesiones de Semana Santa».
«Quizás alguna de ellas tenga que cambiar algo su recorrido, porque en vez de venir por la Praza de Santa María tendrán que ir por la Rúa dos Clérigos. En todo caso, estoy seguro que las cofradías lo van a entender y aceptarán gustosas este cambio», precisó el regidor local.
De lo contrario, el Ayuntamiento de Lugo se vería obligado a colocar planchas de metal sobre el yacimiento y eso supondría retrasar las obras.
«Espero que lo comprendan, lo acepten y podamos disfrutar antes del verano de la piscina, que es una auténtica preciosidad», concluyó.
Finalizados los trabajos, la piscina romana se mostrará al público a través de una ventana arqueológica de cristal, que irá a nivel del suelo y estará protegida con bolardos para evitar que los vehículos pasen por encima.
La financiación de estas obras corre, en este caso, a cargo del Plan Urban, por lo que un 70 por ciento del presupuesto será cubierto con fondos europeos.
La piscina apareció en 1960, con motivo del rebaje de la rasante, a cambio de sacrificar una calzada y una cloaca romanas. La piscina se salvó casi en su totalidad -se perdió parte del muro perimetral y del mosaico que revestía esa parte y el fondo- debido a la profundidad a la que estaba.
