La investigación de la muerte del joven cazador parece descartar negligencia

Los primeros datos de la investigación sobre la muerte del joven Juan Pablo Ares Vázquez durante una batida de jabalí apuntan a una muerte totalmente fortuita y parecen descartar una posible negligencia. A falta de la confirmación por parte de la Policía y del juzgado que instruye el caso, así lo pondrían de manifiesto tanto el resultado de la autopsia como la reconstrucción llevada a cabo ayer en el lugar del fallecimiento.

Juan Pablo Ares, de 17 años y natural de la parroquia de Santa Cristina de San Román, murió el sábado cuando participaba en una batida junto a su hermano mayor, su padre y el resto de la cuadrilla del coto en el monte de Goxe, en la parroquia de Ribas de Miño, a unos pocos kilómetros de su casa.

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