La familia de María Luisa Jiménez, Lupe, la mujer de etnia gitana que el pasado 23 de febrero murió presuntamente a manos de su marido, Pepe Cortiñas, con el que convivía en el barrio lucense de Abella, le pidió ayer al delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, que se aplique cadena perpetua revisable en los asesinatos de violencia machista, como este.
La primogénita de Lupe, María Jiménez, que renunciará al apellido de su padre, acudió a esta reunión acompañada por el presidente de la Sociedad Gitana en Galicia, Sinaí Jiménez, y por Juan José Cortés, el padre de Mari Luz, la niña de cinco años asesinada en Huelva por un pederasta en 2008.
Según declaraciones recogidas por AGN, María Jiménez, que dijo que la muerte de su madre «ha sido un golpe duro y difícil de aceptar», aseguró que la familia espera que «se haga justicia y que no haya más casos de violencia de género». Mientras, Juan José Cortés, que expresó su «ánimo» a la familia de la asesinada, afirmó en relación con este caso que «el culpable lo va a pagar».
