La Guardia Civil distingue a diez agentes que el último año destacaron por su labor

La Guardia Civil celebró ayer en Lugo la festividad de su patrona, la Virgen del Pilar, arropada por un buen número de familiares y personalidades lucenses.

En el transcurso de los actos oficiales —que dieron comienzo a las once y media de la mañana con una misa en la iglesia de San Francisco Javier—, el subdelegado del Gobierno, José Vázquez Portomeñe, destacó los «grandes valores» de la institución y su trabajo en la lucha contra la criminalidad.

La ocasión sirvió también para homenajear a diez agentes que, por una razón o por otra, se han distinguido a lo largo del año. Así, la cruz del mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco recayó en el sargento Javier Balboa Rodríguez, los cabos primeros José Manuel López Fernández, José Vila Tur y Manuel Jesús Serrano Pérez, y los guardias Manuel Pérez García, Fernando García Rubal, Ramón Otero López y José Luis Mata Rodríguez. Los homenajes concluyeron con la imposición de la cruz de la constancia, en la modalidad de plata a Julio Rivas Ilgesias.

Estas condecoraciones fueron impuestas, respectivamente, por el subdelgado del Gobierno en Lugo, José Vázquez Portomeñe; el alcalde de la ciudad, José López Orozco; el diputado nacional Joaquín García Díez; la presidenta de la Audiencia Nacional de Lugo, María Josefa Ruiz Tovar; el fiscal jefe de la ciudad, Javier Rey Ozores; el jefe provincial de la jefatura de Tráfico, Gonzalo León Vázquez; el comisario jefe de la Policía Nacional de Lugo, Maximino Losada; el jefe de la Policía Autonómica, Elisardo Fernández; el vicerrector de Coordinación del Campus de Lugo, Pedro García Herredón, y el subdelegado de Defensa en Lugo, Ricardo Costa.

El evento contó también con la presencia de otras personalidades, como el responsable de la Policía Local, José Rábade, o el candidato del Partido Popular a la alcaldía de Lugo, Jaime Castiñeira; así como diversos ediles, jueces, abogados, procuradores y representantes vecinales.

Discurso
Tras la imposición de las cruces del mérito, el subdelegado del Gobierno en Lugo, José Vázquez Portomeñe, se encargó de pronunciar el discurso, en el que hizo un breve recorrido por la historia de la Guardia Civil, «que agroma á historia de España polo ano 1844», comenzó.

Vázquez Portomeñe señaló que las mujeres y los hombres que trabajan en la Guardia Civil «son capaces de arriscar o ben máis prezado que posúen, a propia vida, para defender a seguridade, os dereitos das persoas, a Constitución, o territorio español, e o estado social e democrático de dereito, xunto con moitos outros valores que favorecen e mesmo fan posible a pacífica convivencia», dijo.

El subdelegado recordó que los datos de criminalidad otorgan a Lugo la posición más baja en delitos y faltas de toda Galicia, así como una de las más bajas de España.

Apuntó además que siguen descendiendo los accidentes de tráfico y que aumenta el esclarecimiento de delitos y faltas, «partindo de cifras xa difícilmente superables», alegó.

Finalmente, Vázquez Portomeñe hizo constar que la dedicación de la Benemérita, junto con la de otros cuerpos y fuerzas de seguridad, «alenta a esperanza dun futuro mellor e de que, definitivamente, morra o pesadelo do terrorismo», concluyó.

El acto castrense finalizó con una ofrenda floral en recuerdo de los compañeros fallecidos —que corrió a cargo del obispo de Lugo, José Carrasco Rouco— y con un aperitivo en las instalaciones de la comandancia.

Provincia
Actos similares se llevaron a cabo ayer en las diferentes cuarteles de la Guardia Civil de la provincia, donde también honraron a la Virgen del Pilar.

Emotivo homenaje al guardia más antiguo, de 89 años
Durante los actos oficiales, la comandancia de la Guardia Civil de Lugo realizó un homenaje al agente más antiguo de esta institución en la provincia: Antonio Mourelos
López, de 89 años de edad y vecino de la capital lucense. Este agente fue galardonado «como muestra de respeto, consideración y cariño a nuestros antecesores», señalaron.

Acompañado de varios familiares, Antonio Mourelos destacó que había sentido «mucha emoción» al recibir la condecoración —que consistió en una figura — de manos
del teniente coronel jefe de la comandancia lucense, Gonzalo Borrás Formoso.

Cuarenta años de servicio
Antes de su jubilación, Mourelos López prestó sus servicios en la Guardia Civil durante un total de cuarenta años. «Primero estuve en León y en El Bierzo, y después trabajé
siete años en A Mariña, hasta que me trasladé a la capital lucense», explicó.

Mourelos aclaró además que no es el único miembro de su familia que formó parte de la Benemérita. «Sólo tengo una hija y no es Guardia Civil, pero dos sobrinos, dos hermanos
y dos cuñados también forman o formaron parte de la institución», dijo.

A sus 89 años de edad, este agente retirado presenció con orgullo todos los actos de la festividad de la Virgen del Pilar rodeado de sus allegados y arropado por las nuevas
generaciones de la comandancia lucense, que no dudaron en vestirse para la ocasión con sus mejores galas.

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