La guardería denunciada por un padre cumple todas las normas, según la Xunta

La Consellería de Traballo de la Xunta de Galicia confirmó ayer que la guardería lucense denunciada por el padre de una menor cuenta con todas las licencias necesarias y pasó todas las inspecciones a la que fue sometida.

El centro, ubicado en la zona de A Milagrosa, cumple con el número de cuidadoras que exige la ley en las escuelas infantiles -una por cada diez niños-, una ratio que todavía mejoran en el caso de los bebés.

La denuncia contra la guardería fue interpuesta el martes por el padre de una niña de dos años. El hombre decidió acudir a la comisaría de Policía, donde habría sido llamada también la responsable de la guardería, después de comprobar que su hija salía del centro con mordeduras en la cara, por las que tuvo que recibir curas.

Por su parte, el centro aseguró que los pequeños están en todo momento vigilados y que el desafortunado incidente se produjo en cuestión de segundos, cuando los niños salían al patio. De hecho, las cuidadoras se mostraban ayer muy afectadas por lo sucedido y comentaron su preocupación por la menor.

Reacciones

El incidente causó un gran revuelo entre los padres que envían a los menores a este centro, ya que los mordiscos que sufrió la niña en la cara le dejaron varias marcas muy vistosas.

Tras la preocupación inicial, la mayoría de los padres se mostraron bastante comprensivos con las cuidadoras, ya que, según comentaban, «los niños son así. Un día viene el tuyo mordido, y otro día es él quien muerde a otro compañero. Eso no se puede evitar», explicaban.

Aunque desde la guardería denunciada rehusaron ayer hacer más declaraciones, algunas fuentes apuntaron a que la menor que sufrió los mordiscos había sido aceptada en una guardería pública, por lo que estaba a punto de abandonar el centro.

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