Artenosa -la firma que gestiona la publicidad de los buses urbanos de Lugo y que fue investigada en el marco de la operación Pokemon- adeuda al Concello unos 65.000 euros, fruto de impagos del canon anual cuando todavía estaba vigente el contrato y de deudas acumuladas después de que se le rescindiese en mayo, porque siguió colocando anuncios en los vehículos.
La junta de gobierno acordó ayer desestimar el recurso de reposición presentado por la empresa contra la decisión del Concello de finalizar el contrato. La firma defendía que, como se prorrogó el del servicio de bus hasta que se volviese a sacar a licitación, esa misma prórroga se podía aplicar a la gestión de la publicidad. Sin embargo, tal y como ya había advertido en mayo ante la finalización de la vigencia del contrato, Luis Álvarez reiteró ayer que se trataba de dos cosas distintas, sin vinculación entre una y otra.
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