Caminar por el sendero que uno los parques del Miño y del Rato es para atrevidos. Es una senda estrecha y cercada por zarzas que hay que ir sorteando y en algunas zonas cuelgan sobre la cabeza. Y si en invierno es un barrizal, en verano pasar por él es todo un reto para aquellos a quienes obsesiona encontrarse un reptil en medio del trecho, al sol. Pero muy probablemente eso es lo que queda para los próximos veranos y para los próximos inviernos, porque la Confederación Hidrográfica del Miño Sil (CHMS) confirma que «teniendo en cuenta las restricciones económicas, por el momento no es posible acometer el proyecto». Consistía en hacerse con los terrenos de toda esa zona para culminar el gran cinturón verde en el sur de la ciudad. El reto era abrir un parque donde hoy hay un senda en medio de un entorno selvático.
El organismo dice que la intervención es un proyecto «interesante» y que en 2010 hizo un proyecto para materializarlo, «pero sin los trámites de búsqueda de financiación». Además, el Ayuntamiento se comprometía a obtener los terrenos. Estos todavía no han sido aportados y ahora la CHMS no tiene dinero, alega la entidad.
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