El concejal de medio ambiente explicó ayer la causa de los vertidos fecales en el tramo final del río Rato, que no es otra que la falta de capacidad del sistema de colectores.
González Dopeso explicó que a pocos metros de la desembocadura del Rato en el Miño hay un aliviadero para desaguar cuando se producen tormentas y el colector va muy lleno y así evitar daños en la red. El problema es que el sistema se ha quedado pequeño -la población ha ido aumentando y, con ella, los residuos- y en esa zona no hay red separativa de aguas residuales y pluviales por lo que, cuando se producen alivios, salen también aguas fecales.
Los restos que estos días se pueden ver proceden de las tormentas de junio, aunque con las lluvias del lunes salieron más excrementos, aseguran los vecinos.
Tanto el Concello como la Confederación Hidrográfica recalcaron que el problema quedará solucionado cuando entre en funcionamiento la nueva red de saneamiento de la ciudad, algo que está previsto para los próximos meses.
La Confederación, por su parte, todavía no ha decidido si ese vertido es susceptible de sanción.
