La CSIF presenta una propuesta para llevar la ''paz social'' a la Policía de Lugo

Concentración policial, en abril de 2008 (Foto: Pepe Álvez)
photo_camera Concentración policial, en abril de 2008 (Foto: Pepe Álvez)

La Confederación Sindical Independiente de Funcionarios (CSI-CSIF) presentó este jueves, a través de los medios de comunicación, una propuesta para solucionar el conflicto que mantiene enfrentado al Ayuntamiento de Lugo con una parte de la plantilla de la Policía Local. Su portavoz, Benito Martínez Muinelo, afirmó que un posible acuerdo en estos términos traerá la ansiada "paz social" a este colectivo. Sin embargo, aclaró que si el gobierno local insiste en acometer una reestructuración del Cuerpo sin negociarla antes con los sindicatos mayoritarios, la respuesta será una declaración de "guerra".

La propuesta que plantea este sindicato está dividida en tres puntos. El primero de ellos hace referencia al desencuentro que provocó el conflicto laboral en la Policía Local. El CSI-CSIF pide al Ayuntamiento que abone a los agentes el complemento de nocturnidad que les fue suprimido en 2004, de acuerdo con los términos que establezca la sentencia, todavía pendiente, del Tribunal Supremo.

Las otras dos partes de la misma propuesta están relacionadas con la propia reestructuración del Cuerpo que pretende acometer el gobierno local de Lugo. El sindicato solicita que no se cree una subescala facultativa en la Policía Local, hasta que la propia Xunta de Galicia desarrolle la ley que regulará su función, así como que el cambio de grupo profesional (los funcionarios pasarán del D al C) se realice cuando lo hayan hecho las otras seis ciudades de Galicia.

El cumplimiento de estas condiciones supondría, según Martínez Muinelo, que la "paz social" volviese a la Policía Local de Lugo, después de varios años de enfrentamientos con el Gobierno local, que preside José López Orozco, porque las demás organizaciones sindicales estarían dispuestas, avanzó, a aceptar un acuerdo en esos términos. "Con lo anterior se alcanzaría la paz social y después en un clima de diálogo se pulirían algunos flecos del funcionamiento diario, lo que redundaría en una mejora del servicio que se le presta a la ciudadanía", dijo.

Sin embargo, si el concejal de Protección da Comunidade, José Rábade, mantiene su postura de someter la reestructuración del Cuerpo a la consideración del Pleno el próximo 7 octubre, sin haber llegado a ningún acuerdo con los sindicatos mayoritarios, se planteará una situación de "guerra, guerra y guerra", afirmó Martínez Muinelo.

"Guerra, porque hubo una mesa de negociación que no fue válida, donde se nos negó el diálogo social, y guerra porque hay partes de esa reestructuración que no son legales, y así se lo demostraremos en los juzgados", afirmó el delegado sindical. A su juicio, una negativa por parte del Ayuntamiento no le dejaría a los sindicatos otra salida que "la guerra judicial y el conflicto laboral, hasta que los tribunales decidan quién tiene razón".

Martínez Muinelo afirmó que el sindicato optó por presentar esta propuesta a través de los medios de comunicación, porque el edil delegado "no quiere negociar" y "miente cada vez que habla de la Policía Local". De hecho, aseguró que la última mesa de negociación convocada por el gobierno local fue, realmente, "una mesa de imposición".

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