La Confederación descarta limpiar el alga invasora hasta ver si avanza

Aspecto del Mera, afluente del río, totalmente cubierto por Azolla filiculoides (Foto: Xesús Ponte)
photo_camera Aspecto del Mera, afluente del río, totalmente cubierto por Azolla filiculoides (Foto: Xesús Ponte)

La Confederación Hidrográfica Miño-Sil, que preside el ex concejal lucense Francisco Liñares, descarta tomar medidas contra el alga invasora Azolla filiculoides, que ha colonizado amplias tramos del Miño y sus afluentes, hasta ver cómo evoluciona en los próximos meses. Según el ente gestor de cuenca se está realizando un seguimiento de la presencia de este helecho foráneo y, si en los próximos meses se mantiene su presencia en el río con esta intensidad o si va a más, se valoraría realizar algún tipo de actuación.

La Confederación señala que la proliferación de esta planta se debe a las altas temperaturas veraniegas, así que, indica, estará atenta para ver si persiste en los próximos meses.

Sin embargo, esta política de control contradice las recomendaciones de los biólogos consultados por este diario, que indican que el control de esta especie se ha de realizar antes de que forme sus estructuras reproductivas: sus semillas.

Esta fase tiene lugar a finales de primavera o inicios de verano, dependiendo de la temperatura del río y del ambiente. Los controles en septiembre u octubre no tienen sentido, pues las esporas ya están distribuidas y las plantas que están a la vista, flotando en el río, están ya muriéndose. En los próximos meses, siguiendo su ciclo vital normal, las plantas cambiarán de verde a rojo, morirán y desaparecerán, pero eso no significa que se hayan ido para siempre, sino que el año próximo rebrotarán.

La Confederación Hidrográfica indica también que tomarán medidas si se observa que afecta al ecosistema fluvial, algo que, para los científicos, está probado. Esta alga invasora, procedente de zonas templadas y tropicales, amenaza especies autóctonas con las que entra en competencia y a las que termina desplazando, alguna de ellas catalogada como especie protegida. Además, empobrece la calidad de las aguas ya que produce gran cantidad de residuos orgánicos y no deja pasar el sol.

  • Árboles foráneos en proyectos de la Confederación. La gestión que realiza la Confederación Hidrográfica Miño-Sil de las especies invasoras ha recibido críticas en múltiples ocasiones por parte de investigadores, tanto por la ausencia de planes de control como por su uso deliberado, como sucede en el área de Fonmiñá, en A Pastoriza, o en la recién remodelada área fluvial de Rábade. En estas zonas se ha repoblado con una variedad foránea de abedul (Betula papyrifera), originaria de Norteamérica, en lugar de la autóctona. En Fonmiñá también se ha usado una variedad ajena de aliso, la especie gallega es Alnus glutinosa.

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