La colocación de la resonancia en el Hula obliga a romper un muro

La colocación de la nueva resonancia magnética en el Lucus Augusti obligó a romper un muro y rehacer la puerta, ya que ésta era más pequeña que el aparato, según denunció la Plataforma pola Defensa da Sanidade Pública de Lugo. El colectivo cita esta entre otras deficiencias del nuevo hospital que se hubieran podido evitar de haber tenido en cuenta las aportaciones realizadas por los trabajadores durante las visitas previas a la apertura del centro.

Así, también se quejan del tamaño de las consultas y del hecho de que tengan la zona de exploración cerca de la ventana, lo que hace que el paciente sea visible desde la sala de espera del pabellón contiguo si no se bajan las persianas y, por tanto, obliga a trabajar con luz artificial.

El tamaño de los pasillos y cómo afecta a las personas de mayor edad, hasta el punto de que denuncian que se han llegado a producir desvanecimientos, los problemas de climatización que hacen que se oscile entre el frío y el calor o el hecho de que no se haya regulado el sistema de esterilización del agua de la piscina de rehabilitación son otras de sus quejas.

Asimismo denuncian -algo que la junta de personal también ha hecho constar, al igual que CIG Saúde- los problemas que está causando la puerta giratoria. «Aparte de que ás veces se para, está a provocar continuos problemas a pacientes con mala visión e con dificultades de mobilidade», indican. También reclaman más recorridos de autobuses que no dejen huecos sin servicio, como los del mediodía o de primera hora de la mañana.

Por su parte, el Sergas aseguró que no fue preciso romper un muro para acoger la resonancia, sino que se realizaron las obras habituales en estos casos. También dijo no tener conocimiento de que se hubieran producido desvanecimientos por los largos recorridos hacia las consultas.

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