En Madrid saltó la alerta este verano tras el fallecimiento de dos personas que fueron alcanzadas por árboles que se desplomaron sobre la vía pública, un riesgo del que probablemente no está libre ninguna ciudad pero que en Lugo parece estar bastante controlado, a juzgar por los datos que aporta el Concello. La empresa que se ocupa del cuidado de los parques y jardines tiene entre sus cometidos la revisión de los árboles, tanto de esos espacios como de las calles, y las actuaciones que sea necesario llevar a cabo sobre ellos, desde podas a talas y plantaciones.
En los dos últimos años, Calfensa taló una quincena de árboles y redujo la copa de casi medio centenar, también por razones de seguridad. Entre enero y septiembre de este año, la empresa cortó una paulonia "con claros síntomas de muerte" en el parque de Albeiros, cuatro ejemplares de la familia de las acacias y dos chopos en las cuestas del Rosalía de Castro, un roble americano en el propio parque y un ‘chamaecyparis’ o falso ciprés delante del asilo de San Roque.
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