La restauración de la fachada principal de la catedral de Lugo y de su capilla mayor arrancan esta semana, en la que será la intervención más importante en la basílica lucense desde el siglo XVIII, cuando se construyeron las dos torres principales. El objetivo es que ambos trabajos estén finalizados a finales de diciembre o principios de enero -la fecha límite para entregar la documentación de fin de obra es el 20 de marzo-, pero para eso será necesario que el Obispado consiga los 300.000 euros que faltan para completar el presupuesto del proyecto.
El grueso de la financiación (885.000 euros) la aporta el Ministerio de Fomento con cargo al 1% de los proyectos de licitación pública que destina a actuaciones culturales, pero son necesarios otros 300.000 euros. El deán de la catedral, Luciano Armas, se muestra optimista y cree que, de una forma u otra, se conseguirán.
Para impulsar la colecta, el Obispado acaba de constituir una Fundación por la Catedral, un viejo proyecto que por fin ha visto la luz y que ya cuenta con el respaldo de la Confederación de Empresarios de Lugo (CEL). La patronal se manifestó públicamente sobre la importancia de implicarse en el cuidado de la basílica, tanto por su relevancia artística, como religiosa e histórica. Además, tiene previsto organizar una jornada informativa para los empresarios, con el fin de buscar aportaciones económicas.
A través de la fundación, el Obispado busca recabar colaboración de empresas, instituciones y particulares, explica Armas.
El deán señala que, según el plan director de la catedral elaborado hace unos años, realmente son necesarias obras en la catedral por valor de 6 millones de euros, aunque de momento la prioridad es garantizar la financiación para poder completar las contratadas en este momento.
Los trabajos fueron adjudicados a dos empresas. La burgalesa PCA se ocupará de la restauración de la fachada y la lucense Resconsa, de la capilla mayor. No obstante, para la restauración de las pinturas murales, Resconsa echará mano de especialistas de otras firmas, como Artelán, de Segovia, que tiene mucha experiencia.
La restauración de la fachada será relativamente rápida. PCA hará una limpieza y saneamiento integral, desde la piedra a los elementos metálicos, que incluirá las dos torres. En este momento, se está estudiando la vegetación para determinar cuál es el tratamiento más adecuado para eliminarla sin que afecte a la piedra.
Tanto la fachada como las torres presentan serios problemas de filtraciones, hasta el punto de que, en días de lluvia y vendaval, el agua llega hasta la zona de museo, en el triforio. Otras intervenciones previstas son la mejora del sistema antipalomas, la renovación de la escalera de la torre sur, la eliminación de manchas de la piedra y la reposición de rejas de las ventanas.
La restauración de la capilla mayor será más laboriosa porque incluirá la nave del crucero y los retablos situados en ambos laterales. Será una intervención integral, ya que incluirá limpieza, recuperación de pinturas, rehabilitación del enrejado oxidado, soterramiento del sistema de iluminación y megafonía y reposición de placas de mármol en el suelo, entre otros trabajos. «Aisladamente non hai ningún problema especialmente serio, pero son moitas cousas as que hai que repasar porque hai moito tempo que non se lle toca. Despois disto non se vai coñecer a catedral», afirma el deán.
Los trabajos comenzarán por la parte exterior de la cubierta, para corregir filtraciones, limpiar las canalizaciones y eliminar vegetación. Una vez terminada esa parte, Resconsa pasará al interior de la capilla, para lo que, llegado un momento, habrá que trasladar el culto y el Santo Sacramento a la capilla de San Froilán o a la del Buen Jesús.
