El mercado de automóvil de segunda mano sigue una «curva descendente» de la que no se conoce «punto final». La visión «realista» del sector en la provincia corresponde a Luis Abelleira, responsable de Aprevar (Asociación de Talleres de Reparación de Vehículos de Lugo), la patronal que agrupa a la mayoría de los industriales de la provincia, y que vislumbra «una reestructuración necesaria» en el gremio durante los próximos meses.
Según los últimos datos, que alcanzan hasta noviembre de 2008, la caída del acumulado (de enero a noviembre) en la venta de turismos de segunda mano se sitúa en torno «al diez por ciento (-9,49%)», según Abelleira, «algo mejor que la media gallega (-12,06%), pero
con una perspectiva que llama al cambio». El presidente de la agrupación que engloba a unos 150 puntos de venta en la provincia considera «difícilmente viable» que en el horizonte «de un año y medio» la presión económica no se lleve por delante «a un 15% o a un 20% del sector».
La visión de Abelleira difiere con relación a la de algunos empresarios del sector, todavía más negativos con la situación del mercado. La bajada del 10% en el número de coches vendidos «es escasa en muchos casos» y no refleja el meollo del problema, según aseguran dos empresarios de este ámbito: «La mayoría está vendiendo sin margen de beneficio para no perder más dinero. Y eso se notará en las cuentas», aseguran. A este factor «coyuntural» entiende Abelleira que responde el dato positivo de noviembre de 2008 con relación al mismo mes de 2007. «Se produce una salida importante de vehículos, pero no se puede ampliar como término general», precisa el presidente de Aprevar.
«Lo peor es que no sabe nadie cuándo va a detenerse esto», asegura Eduardo Rodríguez, gerente de Automobile Lugo, uno de los talleres multimarca, que, por su volumen de negocio (por encima de los 150 vehículos vendidos al año), mejor podría representar la idea de subsistencia que considera Abelleira: «Aguantarán quienes vendan más. El taller que se dedica a sacar dos o tres coches es imposible que se mantenga y en Lugo se da el caso de que hay mucha atomización, mucha dispersión».
En el extremo de los que podrían superar el frenazo del sector también se encuentra Autos Flores. El responsable de la firma, Antonio Flores, estima que para acrecentar la presión ya de por sí notable que ejercen los bancos «al limitar la concesión de crédito» se aprecia «la poca sensibilidad del Gobierno».
«En el impuesto de matriculaciones (en casos de coches de importación), la carga impositiva puede situarse en torno al 26% en coches de cilindrada mayor a 3.000 cc., habitual en coches de alta gama. Y en todoterrenos, la carga es aún mayor», aprecia Flores, que afirma que «los datos más negativos se verán desde ahora en adelante».
Miki Sánchez, representante de Talleres Miky, recuerda el período navideño de 2006 y lo compara con el de un año después para valorar como «crítico el futuro» que se avecina: «Entonces (a finales de 2006) me quedé sin stock y tenía 23 coches a la venta. Ahora no se
han vendido más de tres o cuatro. En la situación actual, la gente, en caso de accidente, prefiere arreglar antes que comprar, al precio que sea», concluye.
