La brutalidad no cesa

La perra herida. (Foto: EP)
photo_camera La perra herida. (Foto: EP)

El cartel de Se busca vuelve a colgar en Lugo y de nuevo se trata de localizar a los desaprensivos que hirieron a una perra en la parroquia y la dejaron abandonada en la parroquia de Soñar.

El animal fue recuperado en el lugar de Reboredo, en Soñar, después de que un vecino avisara del calamitoso estado del animal. La Protectora de Animales la recogió y en el hospital Rof Codina se le extrajeron de la oreja izquierda balines de plomo, producto de un disparo.

El animal tiene una herida aparatosa y un aspecto triste, lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta que ha tenido ocasión de toparse ya con lo peor del género humano.

La perra fue atendida por un vecino, que la cuidó hasta que se hizo cargo la Protectora de Animales, pero las cosas no pintan fáciles para el animal. «La herida estaba contaminada y ulcerada», contaban ayer desde la Protectora y no es muy probable que el dueño del animal esté dispuesto a hacerse cargo de las consecuencias de lo ocurrido. De momento tendrá que seguir unos días en tratamiento.

Esta vez la brutalidad le ha tocado a una perra que debe tener entre uno y dos años y que es cruce de Mastín y Pastor Alemán. En realidad, el problema no es tanto a qué animal le cayó la mala suerte, sino el hecho de que con demasiada frecuencia se dan episodios que demuestran que hay mucho maltratador de animales. A lo mejor ni siquiera es de extrañar, teniendo en cuenta que hay mucha gente maltrata a su propia familia.

La Protectora busca pistas para poder denunciar los disparos y que el responsable cargue con las consecuencias legales. Ayer se pidió la ayuda expresa de los vecinos de Reboredo, en la esperanza de que pudieran haber visto algo que sirva de ayuda.

A lo mejor hay alguien que tiene la clave y la aporta para que al agresor, como poco, se le quiten las ganas de volver a andar disparando animales. Pero las posibilidades de que eso ocurra pobablemente no son muy altas, porque hay actos que repugnan pero que todavía no son capaces de generar respuestas lo suficientemente contundentes. De momento, la última perra herida al menos se ha librado ya de las bestias humanas que conoció.

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