La Apec se suma al Plan Lugo, al que ve el medio de dejar el vagón de cola

El Plan Lugo, impulsado por la Cámara de Comercio de Lugo y los sindicatos UGT, CC.OO. y CIG para conseguir que Lugo sea declarada zona de industrialización preferente, sumó el viernes 15 de mayo un nuevo socio, la Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción (Apec), que celebró una asamblea extraordinaria para aprobar su adhesión.

Para los constructores, esta iniciativa es vital para Lugo e imprescindible si la provincia quiere «abandonar el vagón de cola de la economía española y convertirse en uno de los motores de la economía gallega del futuro».

La Apec asume como propios los argumentos de los promotores del Plan Lugo de que la provincia merece ser declarada zona de industrialización preferente, lo que daría lugar a interesantes incentivos económicos a través de fondos europeos, porque su mala situación es lo que ha permitido que Galicia haya sido considerada por la UE Objetivo 1, pese a lo cual la provincia, alegan, no se ha beneficiado de forma proporcional de las ayudas obtenidas por ello.

Pero, además, los constructores sostienen que la finalización del conjunto de grandes infraestructuras de comunicación que se están construyendo darán a Lugo un «carácter estratégico fundamental» y la convertirán en «auténtica rótula» del noroeste peninsular, por lo que será un punto interesante para la instalación de empresas.

Lugo está en un momento único en lo que a desarrollo industrial, comercial y logístico ser refiere, sostienen, y recuerdan que están en ejecución o a punto de iniciarse una serie de actuaciones en materia de suelo industrial, como los dos millones de metros cuadrados que habrá en los polígonos de Baamonde y As Gándaras, que facilitarían la implantación de empresas si se logran las ayudas que llevaría consigo la declaración de zona de industrialización preferente.

¿Y qué tipo de ayudas serían éstas? Lo que buscan los impulsores del Plan Lugo y ahora también la Apec es lograr incentivos similares a los de otras zonas que ya cuentan con esa declaración, como la posibilidad de obtener préstamos a tipo cero que cubrirían hasta el 70 por ciento de la inversión a un plazo de 15 años y con cinco de carencia, y que son a su vez compatibles con todo tipo de subvenciones.

A estas ayudas no sólo podrían acogerse las empresas, sino también las administraciones públicos, como los concellos, y también las entidades sin ánimo de lucro.

La Apec sostiene que los beneficios de la declaración de zona de industrialización preferente serían muchos y, por ello, a instancias de su presidente, Hipólito Trinidad, aprobó sumarse al Plan Lugo.

La patronal de la construcción acordó felicitar a los dos empresarios de los que partió la idea y a los sindicatos por esta iniciativa a favor de la provincia, al tiempo que advirtió de que sólo la unión de las empresas, las centrales sindicales, las asociaciones y las administraciones de Lugo hará posible llevan a buen puerto esta apuesta, que puede ser la última oportunidad de la provincia de hacerse con un buen pellizco de fondos europeos antes de que acaben en el año 2013.

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