La adjudicataria de un piso en Garabolos lo dejó tras ocho meses por la ''imposible convivencia''

Tabique roto y rellano con restos de obra, en uno de los bloques de Garabolos. xesús ponte
photo_camera Tabique roto y rellano con restos de obra, en uno de los bloques de Garabolos. xesús ponte

Los problemas de convivencia en alguno de los bloques de los pisos sociales de Garabolos, derivados del mal uso que algunos vecinos hacen tanto de espacios comunes como de sus propias viviendas, se ha cobrado ya la primera víctima. Una vecina del portal 8, el más conflictivo, renunció al piso que le tocó en sorteo tan solo ocho meses después de haberse trasladado a él. «Non quero dar moitos datos porque enseguida te acusan de racista. Xa se sabe que cando vas a unhas vivendas deste tipo vas atopar todo tipo de xente, e que todo o mundo ten dereito a unha vivenda, pero a realidade é que hai xente que non vale para convivir. E alí non se convive, así que antes de ter problemas, collín e decidín irme», explica esta mujer.

En este caso, su contrato era de alquiler con opción de compra y, al ser un apartamento, reconoce que el alquiler que pagaba era muy bajo. Según los datos aportados por la Xunta en su día, las rentas oscilaban entre los 65 y los 125 euros al mes, en función de los metros de la vivienda. Los datos invitan a pensar que la situación que sufría esta vecina era realmente grave como para renunciar al piso, del que, por otra parte, no tiene ninguna queja. Pese a que hay vecinos que denuncian fallos, como puertas y ventanas que se caen o que abren y cierran mal o porteros que no funcionan, esta ya exresidente asegura que su vivienda está perfecta.

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